6 dic 2008

Blues de Vesper

( por favor, auriculares o audio decente, parlantitos de compu, no... )

AUDIO AQUI


Blues de Vesper

Otro día gris
siento al despertar
los odiados gritos
"ahí está"
Ya vienen por mí
me quieren matar
solo por unas sucias piezas
de metal

Atrapado estoy
en este lugar
inútiles mis alas son
Daría todo mi tesoro
sin dudarlo
por poder volar
a buscar a mi amor

Sé que en Alsius hay
una bestia azul
que es igual a mí
que es como mi par
si pudiera llegar hasta allí
y jurarle mi amor
y por siempre vivir

Sé que en algún lugar
un dragón como yo, me espera
juntos podremos escapar
Un dragón azul
que es igual a mi, me espera
juntos volaremos hacia el mar...


De Luca y su Horrible Pelo Rojo

Capítulo XXV - Una nueva era

29 nov 2008

Capítulo XXIV - ¿Está Vesper?

Hasta la misma suave brisa, parece haber detenido sorpendida su etéreo viaje; callan también, azoradas, las pocas aves que osan hollar el tétrico paraje. Inmóviles, bajo el ardiente sol de la quieta tarde, las tres extrañas figuras se contemplan en silencio.
Gris, el arquero y sus inmensas alforjas. Roja, llamea la altiva testuz del bárbaro. Verde, inmenso y reluciente, escama sobre escama, el grán dragón.

De pronto una lejana voz, rompe el climax.

- ¿Está Vesper ? ¿Está Vesper ?

Rápidamente, un estridente coro se suma a las preguntas, que desde la lontanaza, inquieren insistentes.

- ¿Está Vesper ? ¿Apareció Vesper? - y siguen - ¿Está Vesper? ¿kien es Besper ?

Fergilmour la hace un imperioso gesto a Luca, para que se mantenga callado, y ante la sorpresa del guerrero, contesta con áspera voz.

- No, no está... No salió... cualquiero cosa aviso...

El dragón, guiña uno de sus enormes y vidriosos ojos, y relajándose, se tumba junto a los dos Centinelas Nocturnos, estirando su largo cuello, hasta hacer coincidir la poderosa cabeza con la fresca sombra del árbol, único refugio a la agobiante temperaura que sin pieded espesa el aire.

- Que calor, por NGD ! - la bestia suspira, volviendo la vista al límpido cielo. Luego comienza, ante la incredulidad del bárbaro, a referir su propia y penosa historia. Ante las señas de su amigo para prestar atención al gigantesco animal, Luca se sienta y escucha.

- No doy más che. Me tienen rotos los huevos. - Vesper estira su interminable columna vertebral, removiendo el pasto en busca de algún resto de humedad.

- No me dan un segundo, carajo... O sea, está bien, "el dragón, el dragón..." superboss, ponele... que se junten, peleamos, me clavo un par, dropéo algo... pero... un ratito de paz, por favor ! Abro los ojos y ya tengo un pelotudo a los gritos "está Vesper, está Vesper...!".. Por que no se van a cagar un rato...

Luca contempla asombrado a la bestia, sin saber que responderle.

- Encima tipos que ya tienen todo, che... como éste de tu clan... el que habla raro... como es que se llama ? - la bestia se vuelve familiarmente hacia el malogrado arquero.
- Tui - responde sin vacilar Fergilmour.
- Ese, ponele ... - sigue el dragón - ya tiene todo... la armadura entera
.. que más quiere ? que le dé el ... - aquí el inmenso ser emite un exabrupto tan vulgar como anatómicamente improbable, acerca de las verdaderas intenciones del incansable buscador de Drophs.

El dragón contempla con el rabillo del ojo un atrevido pájaro que picotea el duro suelo a unos pocos metros. Tuerce la boca, (se arregla el pelito), y escupe una delgada columna de fuego que incinera al instante al infortunado plumífero. Luego sonríe brevemente, guiña otra vez el ojo,y continua su exposición.

- Es que me cagaron, che... Me habían dicho: invasiones, se, princesas, ja, arrasar ciudades...menos... Y acá estoy, cagándome de calor en este puto lugar en el culo de mundo ! Por lo menos me hubieran puesto un río, un laguito !

Vesper murmura para sus adentros - Como le erré... Tendría que haber agarrado ese laburo en Lah - Pleih. Era algo más chico, viste, saltar un poco por acá, un poco por allá... - deja caer su monstruosa cabeza.

- Pero sabés que es lo que de verdad me tiene mal... - el drágon mira a Luca a los ojos. - es que... me parece... - suspira - que me enamoré...

La bestia contempla con expresión soñadora la límpida cúpula celeste, mientras prosigue, con un tono de voz más suave - la vi en la fiesta aniversario... , la dragona de Alsius... Unos ojitos azules... unas patas - sonríe cómpice - una cola..!!! un bombonazo che.

- A la mierda - exclama Luca, ante tal insólita revelación.

- justamente... me quiero ir a la mierda de acá.... ir a buscarla a ella ... y pirar por ahi... - el reptil se incorpora - me dijeron que hay una Isla Dragón, capaz podamos rajar para allá...

Fergilmour asiente y le dice en voz baja al pelirrojo. - Pobre bicho che, sabés que embole estar clavado acá... te lo digo yo...

En ese momento, un caballo deja oir sus cascos en el camino. Un inexperto arquero de armadura de cuero, los observa un instante desde la pelada cima de la colina, antes de empezar a gritar frenéticamente.

- ¡¡ Vesper !! ¡Vesper, está Vesper !

De inmediato comienzan las odiadas voces.

- ¿Está Vesper ? ¿Está Vesper ? Voy vesper !! Gente a Vesper VESPER VESPER !!
- Cagamos - se lamenta Fergimour.
- Ves lo que te digo ? - suspira el dragón

Y luego, ante la sorpresa del confundido bárbaro, Vesper, el gran dragón verde, comienza a cantar...

Blues de Vesper








14 nov 2008

Capítulo XXIII - La Mula Elite

Con su roja cabellera ondeando al viento, deslizándose veloz entre los añosos árboles, cabalga Luca, arrebatado por la sencilla y plena felicidad del libre galope. El sudoroso animal ( el caballo ), despliega sus ansias de velocidad, esforzándose valerosamente a través del verde bosque que rodea el lago de Arvanna, cubriéndo rápidamente la tediosa distancia que separa la gloriosa ciudad de Raeraia, del alejado paraje donde habitualmente suele hacer acto de presencia Vesper, el gran dragón, la mayor y también la más feroz de las variadas bestias que pueblan el bravo reino de Syrtis.

El bárbaro recuerda con una sonrisa la sorpresa inicial al hacer el trato con el herrero. Ante su requerimiento de alquilar un caballo, el tosco sujeto, le había entregado, tras el previo desembolso de las 10.000 monedas de oro, una pequeña bolsita de cuero, cuidadosamente cerrada por un ornamentado broche metálico verde y plateado.

- Ejem... - dudó Luca - ¿ Y el caballo ?
-Acá está campeón - le había respondido con sorna el comerciante - Mirá, lo abrís así... y así... - le explicaba, mientras con unos sucios dedos liberaba la abertura del envoltorio. De alguna misteriosa manera, del pequeño paquete, había surgido, resplandeciente, un hermoso caballo marrón, que con un relincho de alegría se había acomodado bajo sus piernas, alzándolo, pronto a emprender la cabalgata.

- A la mierda ! - había pensado el bárbaro, asombrado una vez más ante el portentoso despliegue de magia, rastro evidente de la mano de Nuestro Gran Desarrollador, tan sólo un momento antes de que la fervorosa bestia emprendiera su alocada carrera. Tras un primer momento de desconcierto, el bárbaro había tomado el control de su montura, y se encaminaba prestamente hacia su destino.

Su recia mano de guerrero, guía firmemente las riendas del equino, que responde obediente a sus comandos. De pronto, frente a si, ve dos enormes árboles que franquean su paso, y con un decidio gesto, modifica su trayectoria para pasar justo por el medio de los gigantescos troncos.

El caballo embiste su cabeza duramente contra uno de los árboles, estando a punto de hacer caer al pelirrojo de su montura. Tras una vacilación, el aturdido animal ( el caballo ), intenta nuevamente pasar entre los árboles, pero se estrella estúpidamente contra el otro tronco, arañando ferozmente la áspera corteza. La confundida bestia ( el caballo ), queda atrapada, golpeando consecutivamente contra cada uno de los obstáculos, a pesar de tener espacio más que suficiente para poder pasar, hasta que el bárbaro la obliga a detener su marcha, tirando con firmeza de las riendas.

El caballo, voltea la cabeza, y lo mira, con sus brillantes ojos, donde se percibe quizás, cierto sentimiento de verguenza y resignación ante su insólita dificultad para trasponer lo que parecía ser un sencillo obstáculo.

- Tranquilo amigo... no pasa nada... damos la vueltita. - lo consuela el pelirrojo, palmeando el suave cuello del animal, que resopla agradecido. Tras un breve rodeo, siguen su marcha, evitando en adelante intentar pasar por cualquier lugar estrecho, que provocaban un desmedido nerviosismo en la noble bestia ( el caballo ).

Ahora bien, en el extremo sudoeste del reino, existía una desolada y tétrica región, encerrada por una ominosa cadena de ásperos cerros, en las adyacencias de un desolado cementerio, repleto de fantasmas. Tenía aquí su territorio el gigantesco dragón verde, temible adversario y a la vez codiciado botín para quienes lograban derrotarlo, aunque eran por cierto estas victorias sólo temporales, ya que la poderosa bestia retornaba al poco tiempo al mismo paraje, guiada por alguna incomprensible voluntad, ya fuera propia o impuesta por algún poder superior.

El bárbaro cubre sus ojos con la enguantada mano, mientras atisba los alrededores en busca de su amigo. Al fin, divisa bajo la fresca sombra de un tupido árbol, una figura que parece intentar escaparle al agobiante calor de la reseca meseta. Al acercarse, comprueba que el personaje no es otro que Fergilmour, uno de los más antiguos integrantes de su clan, los Centinelas Nocturnos.

- Capo - lo saluda
- Uh que hacés Luquita, tanto tiempo querido... - responde con triste semblante.
- Bien bien... acá andamos... y vos che ? en que andás que ni se te ve ?

El arquero deja caer sus brazos, y Luca repara por primera vez en las enormes bolsas que acarrea, al producir estas un metálico estrepito contra el duro suelo.

- En nada... acá como un boludo... esperando a ver si aparece Vesper - se lamenta el arquero.
- Pero... ¿ y esas bolsas ? que tenés ahi... ?
- uh de todo... arcos... pecheras... - contesta agobiado, mientras revuelve vagamente el contenido del amorfo paquete. - boludeces, que se yo... sabés que pasa... - el desdichado personaje traga saliva, mientras se esfuerza por mantener la calma. - mi Ush-Er ... me cambió... me cambió por otro... por unos puntitos de destreza de menos... - deja caer la cabeza - me dejo acá varado... podés creer... graduarse para esto... para hacer de mula...

Luca sacude tristemente su roja cabeza, anonadado ante la cruel revelación que le depara su encuentro con el malogrado arquero. De pronto, un sordo gruñido a sus espaldas lo saca de sus pensamientos, y al volverse rápidamente, encuentra frente a sus ojos, la espantosa figura del fiero dragón, que lo contempla fríamente a pocos metros de distancia. Mientras busca su lanza, comienza a dar la voz de alarma, ante la funesta aparición del formidable enemigo, gritando a viva voz.

- Vesper, Vesper, está Vesper !!!

Más mayúscula sería la sorpresa del aguerrido bárbaro, al contemplar como el gigantesco ser, le hace el cotidiano gesto de silencio, llevándose un dedo a los ásperos labios, mientras le guiña complice un ojo y le pide con una ronca y profunda voz.

- Aflojá un poquito pibe...

Sobre las solitarias cumbres, teñidas de sangre por el agonizante ocaso, retumba, inquietante, la desolada voz del bárbaro que exclama a los cielos su total desconcierto.

- La puta madre !!!!

Capítulo XXIV - ¿Está Vesper?





9 nov 2008

Le Vie ( Breve intermedio Musical )

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Le Vie


Iba subiendo de a poco,
matando los bichos
y haciendo las quest
iba probando
los nuevos poderes, también

Y levié, levié, levié
para pasar a ZG
crucé la puerta
de la gran muralla
y no regresé.

Iba cazando en la playa
robando con áreas
y en party de a diez
con los amigos,
que en este camino encontré.

Y levié, levié, levié
para luchar en ZG
crucé la puerta
de Zona de Guerra
y no regresé.


*inspirado en el tema de Korsum.
**La vocalista prefiere permanecer en el anonimato

23 oct 2008

Capítulo XXII - Caballos

Poco a poco, lento como el rojo amanecer de las playas de Rasius, la conciencia empieza a retornar al castigado cerebro del bárbaro, cuyo fornido cuerpo yace inánime a los pies de la empinada y traicionera escalera, que conduce al conocedor, al tristemente célebre antro donde se desarrollaran los eventos de la, hace largo rato, pasada noche.

Más un llamado de alerta, insistente como una Avispa Verde, zumba merodeando la atención del guerrero, que intenta en sueños descubrir el origen de la inconciente advertencia. Hasta que al fin, bruscamente, cae en cuenta del sentimiento que lo incomoda, y su instinto provoca un súbita reacción, al reconocer la fuente de su inquietud.

El olor. El hedor, penetrante y nauseabundo que logra al fin traspasar la epesa capa de su resaca y hiere con malicia sus fosas nasales, levemente hundidas en el fresco césped.

- Cabras ! - Grita, incorporándose de un salto, mientas busca su espada. Su pesada bota se hunde, con un burbujeo, en algo blando y pastoso, que exhala un nueva y poderosa bocanda del destestable olor. Se sorprende de ver ante sí, la tranquila plaza central de Rae. Baja la vista y mira con desagrado la pegajosa sustancia que recubre su pie.

- Pero.. ¿Que mierda es esto ? - se queja Luca, sacudiendo trabajosamente su extremidad.

- Eso. Mierda. Mierda de caballos.

A su lado, visiblemente ofuscado, el comerciante de armas, lo contempla con una pala en la mano. Seca la abundante transpiración que corre por su frente, y continúa su colérica diatriba.

- Mierda de caballos por todos lados !. Mirá como cagaron la plaza... ¿A vos te parece? - De pronto girando, increpa agriamente a un jinete cuya montura se halla en ese instante, abocada al mismísimo acto de excreción tan crudamente descripto por el enojado mercader, y que tales abundantes e incomodas secuelas dejara tras de sí.

- Flaquito... no lo podés llevar un poquito más lejos... ¿ no ves que me estás cagando la puerta del boliche ?
- ¿Tienes espadas nibel 12 ? - pregunta impetérrito el jovenzuelo.
- 12 patadas en el orto te voy a dar, la puta que te parió !!! - furioso, el mercader, esgrime su pala , cual si de un hacha guerrera se tratase.

Afortunadamente la discusión es interrumpida por otro jinete, que vestido con una liviana armadura de cuero, propia de los niveles bajos, atrasviesa raudamente la plaza, llamando a viva voz al otro inexperto caballero.

- Vení, vení vamos a conocer la Zona de Guerra !
- ¿Qué es la Zona de Guerra ? - pregunta el mismo, al tiempo que arranca su montura en rápida carrera, y se pierde tras unos instantes, en el hollado camino rumbo a la Frontera Norte.

- ¿Te das cuenta ? - el mercader, sacude su cabeza con resignación. - Asi no se puede... primero lo del Silencio, después lo del oro... ahora los caballos... esto va a traer quilombo, acordate...

- Callate, pelado puto - la ronca voz del herrero, se deja oir desde la próxima caballeriza, situada a le entrada occidental de la ciudad. - Vos, ¿ por que no vendés algo como la gente ? ¿Por que no vendés algo con bonus?

Luca se vuelve al comerciante, interrogándolo ansiosamente.

- ¿Vendés cosas con bonus ?

El mercader lo mira iracundo.

- ¿ Sos boludo vos, o me estás cargando ? Ojalá pudiera... - alza los ojos al cielo, mascullando rabiosamente - que reino de boludos, por NGD... con razón hay tanta gente que se está yendo...

- ¿Yendo ? ¿Yendo a dónde?

El rudo vendedor lo mira un instante, calibrando si es verdadera la ignorancia del pelirrojo, o si está siendo fruto de una broma. Al no encontrar en la ruda fisonomía del guerrero signos de burla, y solo una profunda incomprensión, sumada tal vez a la evidente falta de apropiado descanso, decide responderle sinceramente. Apoyandose en la pala, que descansa por un instante de su necesaria más repungante tarea, se dirige en tono complice a Luca, que asombrado escucha sus palabras.

- A Alsius pibe... se están yendo a Alisus.

Luca se horroriza al escuchar la mordaz explicación, de lo que sin dudas es la peor traición posible, pasarse al reino enemigo.

- Y viste, empezaron con lo del cansancio, después con la inflación... los precios se fueron a las nubes. ¿Sabes como putean los arqueros ? Las reparaciones están un huevo... y parece que allá... - el calvo comerciante, mira a ambos lados, en busca de posibles escuchas indiscretos, y bjando aún más la voz, continúa.

- Allá el oro te rinde de otra manera... están sacando fortunas... y para levear, también tienen como un subsidio... parece que es un plan del gobierno para meter más gente... vienen para atrás las cabras sino.

Era cierto. El otrora poderoso reino de Alsius, se hallaba mermado en cantidad de habitantes, en comparación con los siempre crecientes reinos de Ignis, y el aún más prolífico Syrtis. Comentaban las malas lenguas, que la falta de nuevos alsirios se debía, quizás en parte, al las condenables prácticas interraciales que secretamente se llevaban a cabo, en las largas noches heladas del reino azul, actividades que, sin dejar de ser placenteras tanto para los bien dotados enanos como para las cariñosas Uthgars, no daban por cierto, el ansiado fruto de la tan necesaria descendencia.

- Pero.. cambiarse de reino... y los amigos.. la familia...

- Y si, es empezar todo de nuevo... además el idioma... que se yo, yo ni en pedo... el que andaba queriendo irse, es uno de tu clan... Fergilmour

- Uh... Ferg... - Luca piensa por un momento - Hace bocha que no lo veo, ahora que me decís...

- Ah si... está ahi clavado esperando a Vesper.

El bárbaro se estremece al recordar su primer encuentro con el gigantesco dragón verde, poderosa bestia que habitaba el reino de Syrtis. "está muerto", había dicho "me parece que está muerto", antes de descubirir, demasiado tarde para intentar un huida, que el gran gusano solo dormía.

- Andá a preguntarle...

- Seee... - dubitativo, Luca alza la vista al cielo, tratando de estimar la hora en base a la posición del sol en el cielo - pero ir hasta allá... ahora.. la verdá, me da fiaca.

- Y comprate un caballo, pete - le dice con sorna el comerciante.

- Jeje - el bárbaro rie tontamente. - claro -

Da una media vuelta, y en un par de zancadas llega junto al herrero, que ávidamente recuenta una enorme pila de monedas de oro.

Una aflautada voz, lo saluda desde atrás.

- Hola osito...

Luca se vuelve sorprendido, encontrando a sus espaldas, demasiado cerca para su gusto, al delicado peluquero que compartía el local con el vendedor de caballos.

En un bruñido escudo, que a manera de espejo, cuelga de una pared, el bárbaro busca su imagen, y tras un instante, reconoce con sorpresa como suyo, el macilento rostro que lo contempla desde el reflejo, enmarcadas sus rudas facciones en un inverosímil gorro de piel de oso. Extrañado, ruge al infinito...

- La puta madre ! -

Capítulo XXIII - La Mula Elite




12 oct 2008

Capítulo XXI - Me voy a hacer Caba!

La noche cubre, oscuro manto, la dormida ciudad de Raeraria, la más próxima a la imponente muralla que separa al Reino Interior, de la incierta y peligrosa Zona de Guerra. Vacías están las calles, y desierta la plaza central; solo el ocasional movimiento de uno de los guardias, interrumpe cada tanto la fresca quietud nocturna.

Más no todo es silencio, ya que en un primer piso, tras la pesada puerta de oscura madera, un suave murmullo, de voces y música, se filtra como un susurro que invita al ocasional transeúnte a descubrir la misteriosa fuente de tan inquietante llamado.

En el cálido interior, iluminado por unas tenues antorchas, una diversa concurrencia se acomoda en las largas mesas, compartiendo abundantes bebidas en medio de altisonantes y amistosas charlas, en cuyas trabajosas pronunciaciones y frecuentes interrupciones en medio de estruendosas carcajadas, se deje adivinar sin equívoco, la generosa ingesta de alcohol que se lleva a cabo en el establecimiento, el cual no es otro que el Emporio de las Bailarinas, lugar de dudosa reputación, más tolerado como un indispensable esparcimiento para los guerereros en busca de distracción, tras las arduas jornadas de lucha y cacería.

Al extremo de la mesa, abarrotada de jarras de cerveza, Luca, visiblemente exaltado, comenta con sus compañeros de clan las recientes experiencias con el estilista, y las propuestas de cambio de apariencia que el mismo le había recomendado.

- Y me dice el hijo de puta "bueno, si no tenes xime, algo se nos puede ocurrir..." !!

Otra estrepitosa cadena de carcajadas sacude el colmado recinto.

-¿ Sabés que pasa? -  dice El Moly -  El rojo llama mucho la atención...  en la montonera te apuntan siempre...

- ¿Y por que no te pones el casco, pete ? - pregunta Tuor, mesandose su roja barba en punta. - Yo voy con gorro, y no pasa nada...

El bárbaro vacía una vez mas la ancha jarra, y tras limpiarse con el dorso de la mano, responde.

- Me cago de calor, no puedo. Se me va la transpiración a los ojos y no veo una mierda. La otra vez le metí una Cruz del Sur a un guardia...  a uno de los nuestros. No sabés como me puteó...

- Esos si que están salvados, eh... laburan seis horas, tienen obra social.. no gastan en reparaciones...

- Deja de joder, che, sabés que embole estar ahi clavado todo el día...

En medio del tumulto, el pelirrojo guerrero, contempla perdidamente el vacío. Su de por sí poco brillante inteligencia, totalmente enardecida por la profusa cantidad de bebida asimilada, divaga por extraños senderos de pensamiento. De pronto, como una iluminación interior que, gestandose de a poco, da fruto al fin, surge en su mente una extraña idea. Poniendose de pie, el bárbaro exclama.

- ¡Me voy a hacer caba !

Todos los miran sorprendidos, en medio de sonrisas, ante tan vehemente, como imprevista afirmación.

- Me cansé de morir tanto... bufearme y bufearme para meter un área, para que un puto aturdidor me pinte la cara...- Luca declama, gesticulando ampliamente con la jarra en la mano, lo cual redunda en una suave llovizna sobre su atónito público.

- Me voy a hacer caba - repite, y sonrie mientras vuelve a llenar su jarra.

Richox menea tristemente la cabeza.

- No le da... no le da che...

Sir Ricotero, emite una ironica risita, e interpela al bárbaro.

- ¿Así que te vas a hacer caba ?
- Se. Caba mismo. - El bárbaro cruza sus fornidos brazos, en una infantil postura de capricho.

- No te podes hacer caba.
- Si que puedo.
- Juajua
- Tas remamado - las risas sacuden una vez más el aire viciado del local.

Archie, experimentado arquero de los Centinelas Nocturnos, interviene con su calma manera de hablar.

- Vamos, dejenlo , si se quere hacer caba, ... que se haga ¿Cierto ?... - Y le guiña un ojo al Moly, que entiende rápidamente la intención de seguirle la corriente al desquiciado pelirrojo.

- Seguro Luquita... como no te vas a hacer caba. - se pone de pie, y se dirige al fondo de la habitacíón, donde se apilan unos barriles de cerveza vacíos. Saca su espada, y con un rápido movimiento, desprende la circular tapa de madera, que le alcanza a Luca. - Mirá, listo el escudo.

- Falta la espada - balbucea el bárbaro. - Algo chiquito, de una mano - mira alrededor, vacilante, hasta que finalmente, sus turbios ojos se posan en una pequeña mesa acomodada en el rincón más oscuro del lugar, donde una delgada figura bebe en silencio, oculta casi en la penumbra.

Luca avanza tambaleante, chocando a su paso contra  los igualmente ebrios concurrentes que llenan el lugar, mientras murmura.

- Emporio de las bailarinas... bailarinas las pelotas, es un mar de bolas esto... - Llega al fin a la mesa, Allí sentado, encorvado a medias sobre una jarra baja y ancha, bebe en silencio un Goblin.

Es la fiel mascota de Sir Ricotero, de quien por consideración al ocasional lector pudoroso, no trancribiré aquí el nombre, pero alude, a cierta sorprendente desporporción anatómica oculta que ostentaba el torvo personaje.

Cubierto el magro pero musculoso cuerpo de oscuros y misteriosos tautajes, fiera la mirada de los pequeños ojos a ambos lados de la prominente nariz, era famoso por su agrio caracter y su rápida predisposición a la innecesaria violencia.

- Dicen que estuvo preso -  cuenta Sir Ricotero - No sé... a mi no me importa, se la re aguanta el enano. Mirá que tuve mascotas, eh.. pero que se yo. Los Orcos, pegan, viste... pero son muy boludos, muy boludos. Y los Yetis... ¿Sabés cómo morfan esos bichos ? ¿Y cómo cagan ? .. Dejate de joder... en cambio este, tiene códigos viste, es del palo... un mate y una ginebrita, y el tipo sale a pista. Lo único, por las dudas, correle siempre atrás - terminaba el monólogo con unas misteriosa e inquietante guiñada de ojo.

El grupo contiene la respiración ante el inminente encuentro, expectantes ante la reacción del pequeño pero fiero ser, que contempla al bárbaro mientras le habla.

- Enano, querido - Luca apoya una mano en el delgado hombro - Venga un abrazo - aferra al Goblin en un efusivo abrazo.

Afortunadamente, la mascota, emite una gorgoteante risa, mientras palmea la acorazada espalda del pelirrojo, y pronuncia unas frases en su entrevesado idioma.

- ¿Qué dijo, qué dijo ?

Sir Ricotero traduce: - Colorado puto.

Una vez más las carcajadas retumban en el antro.

- Prestame la espadita, enano, que me voy a hacer caba - dice Luca, al tiempo que le muestra la tapa del barril de cerveza, que toscamente ha sujetado a su brazo con un repasador.

El goblin rie pesadamente, mientras golpea suavemente su frente con un puño cerrado, universal gesto para indicar la poca brillantez mental del requerimiento, sin embargo, toma de su cintura, la pequeña pero peligrosa hoja, y se la entrega al bárbaro.

En ese momento, un extraño rumor, comienza a elevarse, subiendo de volumen, hasta tapar el sonido de las conversaciones. La muchedumbre extrañada, sale al balcón que da a la plaza, en busca de la fuente de tal estrépito. Mayúscula es la sopresa de los presentes, al ver corriendo enfervorizados alrededor de la plaza, a una multitud de jinetes, que llenan la noche con el ruido de sus cascos y relinchos, como nunca antes se viera en la heroica ciudad.

- ¡¡¡Caballos !!! ¡Venden Caballos por 10k de oro !

Luca se aferra vacilante a la baranda que lo separa del vacío, en sus manos sostiene la tapa del barril de cerveza, y la minúscula espada. Y lo más extraño, un gorro de piel de oso. Le vienen a la memoria, sus tiempos en la isla de iniciación, cuando recién empezaba  descubir el vasto mundo, y era todo novedad y maravilla. Se calza el suave casco en la cabeza.

- Esto sí es un casco che - murmura, mientras intenta descender la esquiva escalera, que a los pocos pasos se aparta por completo de su marcha, precipitándolo al vacío. Antes de sumirse en la inconciencia, el bárbaro escucha su voz, como si de otro fuese, que proclama lastimeramente...

- La puta madre !

Capítulo XXII - Caballos

3 oct 2008

Capítulo XX - Esos raros peinados nuevos

Luca se vuelve sorprendido, al escuchar la voz femenina que lo llama. Contempla con incertidumbre, a la desconocida conjuradora que le sonríe, emarcado su rostro, en unos coquetos bucles rojos, que ondean con la suave brisa de la tarde.

- Lucaaaaaaaaa !!!

La voz le sueña extrañamente familiar, y tras unos instantes, la tosca mente del bárbaro se ilumina al reconocer tras la ensortijada cabellera, a Har, experimentada sanadora con quien compartiera innumerables batallas defendiendo el verde reino.

- Pero... Har...  - la limitada inteligencia del guerrero se esfuerza inútilmente, tratando de asimilar el brusco cambio de aspecto de quien ostentara, hasta el día de ayer, unos lacios cabellos, siempre recogidos en dos simpáticas colitas a los lados

- Tu pelo...  ¿¿¿ Cómo hiciste esooooo ???

La hechicera menea graciosamente la cabeza, haciendo rebotar elásticamente los bucles de su nueva y esponjosa melena, mientras le responde.

- ¿Viste que lindo ? Me lo hice en Rae. Hay un peluquero nuevo, ahi donde venden los caballos...

Sumándose a la conversación, Richox, gran curador de los Centinelas Nocturnos, incansable resuscitador del bárbaro, agrega.

- Mirá Luquita, justo para vos, que tanto rompés las pelotas con tu pelo...

Embestida. Retorno.

Mil ideas bullen bajo la áspera y odiada cabellera del guerrero, mientras esfuerza su desbocada carrera hacia la inmensa muralla que divide en el Reino Interno de la ahora siempre silenciosa Zona de Guerra. Contra toda esperanza, vislumbra al fin una salida a su cotidiano suplicio, a la pesada carga que le representa arrastrar consigo, el horrendo felpudo que corona su rústica figura.

Atravesando el frondoso bosque, llega al fin a la gigantesca puerta, donde un grupo discute airadamente.

- Dale, la puta que te paríó, vengan a dar una mano, que están las cabras en el tele !!!

- No puedo, campeón, estoy de guardia acá en la puerta...  se me arma un quilombo con los muchachos del sindicato...

El bárbaro, sin prestar atención a la disputa, atraviesa la colosal entrada, y corta camino por el desierto prado, rumbo a la cercana ciudad de Rareraia, la segunda en importancia después de la capital. Llega al fin, exhausto y acalorado, a la entrada occidental, donde se halla el herrero, rodeado de las preciadas monturas, un bien de lujo en la accidentada economía del reino.

Mientras recupera el aire, tras la desesperada carrera, contempla con asombro al nuevo habitante, que charla animadamente con un grupo de posibles clientes que lo rodea, entre alegres y aflautadas risas y exclamaciones.

El sujeto en cuestión, parece cumplir en demasía, las características del detestable estereotipo que tanta mala fama le hacía al verde reino. Bien es sabido, que asi como la voz popular adjudicaba a los enanos y cabras ser portadores de intolerables olores corporales, atribuyéndoles también repudiables prácticas interraciales en las solitarias y heladas noches del país de nieve; o el malicioso rumor nunca comprobado de que el exilio de los ignitas se debía en realidad a la afición de las elfas oscuras por las desmedidas jornadas de bronceo posibles solo en el rojo desierto, y al poco carácter de los tomates para oponerse a la voluntad femenina; era común entre los enemigos, referirse a cierto amaneramiento y delicadeza en las actitudes, sobre todos de los elfos y semielfos, del heroico reino de Syrtis.

Los ajustados pantalones de cuero, resaltando más alla de lo necesario los perfiles y contornos de ciertas partes que a juico del bárbaro hubieran estado mejor con una vestimenta más holgada, el lacio flequillo cayendo sobre los ojos, de un incierto color entre el rosa y el violeta, y por último, la equívoca postura y pomposos gestos del nuevo peluquero, harían sin duda las delicias de las malas lenguas de los enemigos.

Mas la misión que impulsa al bravo guerrero, lo lleva a contener su incomodidad ante el delicado artífice, y acerca su fornida figura al bullicioso grupo, que al verlo aproximarse, se abre hacia los lados, sumiendose en un expectante silencio.

- Wenas... - carraspea Luca, plantándose, heroico, frente al delicado personaje, que con un mohín, lo contempla de arriba a abajo, mientras esboza una extraña sonrisa.

- Hola lindo... que te trae por acá - le responde, inclinando coquetamente la cabeza hacia un lado.

Con un valeroso gesto, el guerrero se quita el pesado casco, dejando al descubierto, ardiente  bajo el sol, la sudorosa y enmarañada cabellera roja, causa de sus pesares, como una herida abierta, como una cruel burla del destino.

El semielfo, se lleva una mano a la boca, mientras ahoga una cristalina risa.

- Mi amor... - se compadece. - quien te hizo eso ?

- Es así, que se yo - contesta el bárbaro, comenzando a impacientarse, y tratando de alejar de su mente violentas imágenes de su pesado martillo cayendo sobre la cuidada melena del peluquero, que en ese momento se acerca, y caminando a su alrededor examina, cual si fuera una extraña alimaña, la roja cabeza.

- A ver, vení, sentate acá mi vida - le dice, indicandole una tosca silla en medio del recinto. Acomoda al pelirrojo, mientras pasa suavemente las manos por la nuca del guerrero. Luca aprieta la empuñadura de su espada de Satarco, tratando de dominar el impulso de rebanar la delicada extremidad del peluquero, que parece al fin haber terminado su examen.

- Mirá querido, la verdad.. está dificil, viste..... te podría hacer una tintura... algo en verde clarito o algun tonito pastel ... mmm ... pero yo la verdad.. te haría un corte distinto... un flequillo en punta, una permanente...

Luca traga saliva, tratando de imaginarse a si mismo con esas características. De pronto una ronca voz a su lado, le advierte con sorna.

- Preguntale cuanto te sale, je - dice el herrero, que contempla la escena recostado contra la pared.

El bárbaro cae repentinamente en cuenta, de que nunca había contemplado el tema de los honorarios, al embarcarse en el proyecto de deshacerce por fin de su karma.

- Mmm... claro.. ¿Y cuanto me saldría...  hacerme lo que decís?

- Y mirá lindo, estoy cobrando 4000 la tintura... y 4800 el corte ...

El bárbaro suspira aliviado, rebuscando en su bolsa donde guarda sus ahorros.

- Bueno, no hay problema, oro tengo de sobra.

El elfo suelta una aguda risita.

- No mi amor... oro no, ximerines...

El herrero estalla en una grosera carcajada, mientras exclama...

-  ¡Jua jua... con eso te compras un caballo de guerra !! .. ¡O te pintas la armadura... jua jua !

La cruel realidad se abate como un lllameante meteorito sobre el desconsolado bárbaro, que solo atina a lanzar al límpido cielo, un grito de angustia y desasosiego...

- La puta madre !!!



22 sept 2008

RO(ck): Equivalencia de Subclases y Roles en una banda de Rock.

Los recientes análisis psicológicos que he tenido oportunidad de leer en el foro, acerca de la elección de un determinado reino basándose en la preferencia por un color determinado, y las implicancias de la misma en el tipo de personalidad, me llevaron a hacer una analogía entras las subclases del Regum On Line, y los roles de los instrumentos en una banda de Rock.

He aquí el fruto de mis elucubraciones.


Con su pesada y tintineante carga metálica a cuestas, sus enormes platillos broncíneos, cual bruñidos escudos, marcando con seguridad el ritmo, la base donde se apoyan sus compañeros, seguro, fiable, el baterista sería el caballero.

Si pensamos en un bajo colocado en posición invertida, su silueta remite instánteneamente a una temible hacha, que esgrimen los rudos bárbaros, con sus graves sonidos como roncos gritos de guerra, empujando en imparable embestida la banda, los rítmicos golpes de pua retumbando como pesadas botas en desquiciada carrera.

Desde una celestial armonía, que con delicados timbres construye un espacio de bienestar y cura, reconfortando y aliviando, a ásperos sonidos disonantes que aturden y agreden como rojos demonios, los teclados y sintetizadores serían los conjuradores en tal analogía.

El claro relámpago de una trompeta, el estallido estridente de un saxo, el violento y coordinado impacto de un set de vientos, es como los brujos, un poderoso e impredecibl elemento, que con sus características únicas, cambia por completo la escena.

Tensado al máximo sus cuerdas, cual fuera un poderoso arco, con punteos agudos y veloces como flechas, peligroso, siempre agresivo, el tirador sería el guitarrista de la banda.

y por último...

Generalmente acompañados, por algún tipo de animal enorme, que con ciega obediencia pelea en su lugar, huyendo y escondiendose cuando se ven en problemas, siempre pendiente de los movimientos, idas y venidas de sus enemigos, los cazadaores serían la chica del coro...




bueno, por favor, no se lo vayan a tomar en serio.. se me ocurrió el chiste y todo el desarrollo, era solamente para meter el remate...

Mis respetos a todos los bravos cazadores, que cumplen imprescindibles funciones en caza y guerra !

saludox !!

30 ago 2008

Capítulo XIX - Silencio II

Desde la ya conocida oscuridad en la cual flota, tras la rápida muerte en manos de la hueste ignita, sorprendido, Luca se enfrenta a una disyuntiva nunca antes planteada. En su atribulada mente, dos ideas danzan opuestas, ofreciéndose y llamándolo para que las elija. Por un lado, la visión del conocido altar de resurección, el familiar y populoso save. Y por otro, y esto era lo extraño, la voluntad de volver a la vida tras la puerta de la muralla, en el nunca hollado por enemigas pisadas Reino Interior.

Azuzado por la curiosidad, Luca opta por alzar su exánime cuerpo en la zona segura tras la titánica entrada siempre custodiada por los guardias. El bárbaro se materializa de pie junto al encargado de la teleportación.


Al instante, vuelve a escuchar aliviado, la familiar cacofonía de los variados diálogos de los habitantes del reino. Un suspiro de satisfacción escapa de su aplio pecho al comprobar que el extraño y opresor silencio que reinaba en la Zona de Guerra, no parecía haber afectado, afortunadamente, el interior del territorio. Tras un momento, comienza a prestar antención al hilo de las conversaciones, que múltiples se entrecruzan en la fresca brisa de la tarde en la Frontera Norte.

- COMPRO ITEMS CON BONUS TODAS LAS CLASES !!!
- Hoygan como ago un harquero ?
- Vendo Báculo nibel 8 con -4 de inteligencia
- ¿¿¿ DONDE ESTÄ ALJIBE ???
- Alijibe es la novia de tonel
- XD
- COMPRO ITEMS CON BONUS TODAS LAS CLASES !!!
- Does anybody speak english ? This game sucks !!!
- ¿Donde hay lobos cachorros ?
- COMPRO ITEMS CON BONUS TODAS LAS CLASES !!!



Tras un instante de vacilación, Luca atraviesa una vez más la puerta fortificada puerta, internándose aliviado, mientras corre, en el confortable y acogedor silencio tras la inmensa muralla, que muy allá a lo lejos, se hunde en el mar...

Capítulo XX - Esos raros peinados nuevos

24 ago 2008

Tema de Surtus



No puede esperar
buscando el momento de reconectar
para volver a entrar allá,
al único mundo que siente real
donde poder, ser alguien más,
luchando por ese reino ideal

Syrtis, a correr hacia el fuerte,
Syrtis, desafiando a la muerte
Syrtis, como puedo explicarte el sabor,
de luchar por tus verdes

Syrtis, a tomar el castillo,
Syrtis, con las armas y el brillo
Syrtis, como puedo explicarte el honor,
de guerrear en tus huestes

No puede escapar,
su mente lo lleva hacia otro lugar
Un reino más alla del mal,
una batalla que no acabará
un cielo azul, o gris tempestad,
la inmensa muralla se hunde en el mar

Syrtis, aguantemos el puente,
Syrtis, tiradores al frente
Syrtis, si los brujos coordinan terror,
para un golpe relampago

Donde forjar esa hermandad,
que cada noche se juega en el clan



Surtus Theme


he just can't wait
searching the moment to recconect
to get back in there
to the only world, that feels real

Where to be able, to be someone else
fighting for that ideal kingdom

Syrtis, to run towards the fort.
Syrtis, defying to the death.
Syrtis, how can i explain the flavor, of fight by your greens.

Syrtis, to take the castle
Syrtis, with the arms and the brightness.
Syrtis, as I can explain the honor, to fight in your host

He cannot escape
his mind take him towards another place.
A kingdom beyond the evil
A battle that will not end

A blue sky, or gray storm
the immense wall sinks in the sea.

Syrtis, we hold the bridge.
Syrtis, marksman to the front.
Syrtis, if the walrlcks coordinate terror,
for a lightning strike.

Where to forge that friendship
that every night plays in the clan.


( corrections, and fixes allowed )

20 ago 2008

Capítulo XVIII : Silencio

Aún antes de terminar de depertar, Luca presiente que algo anda mal.

No es sólo la poderosa resaca, natural producto de la noche de parranda tras la accidentada graduación.
No son sólo los multiples dolores que aún perduran en su vapuleado cuerpo, tras la brutal golpiza en el Pozo donde imprudentemente convocara al acérrimo clan enemigo, a la ritual ceremonia que marca el final de la tediosa etapa de leveo.
No es tampoco, el rancio olor a sudor y alchohol que emana baja la reluciente, pero poco ventilada armadura, recalentada por los rayos del sol de la ya avanzada mañana, lo que perturba la roja cabeza del guerrero.

Aturdido todavía, el bárbaro se incorpora trabajosamente, contemplando pensativo los desiertos alrededores.
De pronto, la respuesta a esa inasible sensación de extrañeza que lo acosa, penetra el áspero bllindaje de su entendimiento, comprendiendo bruscamente, la razón de su desconcierto.

El silencio.

No se escucha siquiera una voz, de las innumerables que pueblan con sus variados tonos, el aire del verde reino. Luca contiene la respiración por un instante. Percibe claramente, para su sorpresa, el canto de los pájaros en un cercano grupo de árboles. Se quita el pesado guante de león, y hurga con una quizás no demasiado higiénica y tosca uña, dentro de su oído izquierdo, removiendo algo de espeso barro rojo.

- Samal - piensa.

Repite el procedimiento con la oreja derecha, y luego vuelve a escuchar, paseando la mirada por el paisaje, que reconoce como los alrededores del Puente Blanco. Camina hacia el río, y escucha el suave murmullo del agua corriendo, y la brisa que suspira entre los altos pastos.

Luca saluda a su reino.

Más, por primera vez, desde que tenga memoria, nadie le contesta.

En ese momento, un brillo a su lado, llama la atención. Ve con angustia, que un nutrido grupo de ingitas ha cruzado el puente, y corren enardecidos en su dirección.

Mientras saca su lanza, da un grito de alarma.

- BOCHA DE IGNIS EN PB

Silencio.

- TOMATEEESS !!!

Nada. Solo el estrépito de las pesadas botas de los enemigos que se acercan en salvaje acometida.

Luca calcula las distancias, y comprende que es inútil tratar de escapar. Los arqueros ya lo tienen a rango, y la presencia de varios bárbaros, les aseguran embestidas suficientes para atraparlo sin problemas. Luca se desquicia, pensando al menos en tirar un área antes de caer.

- TOMATES EN PB !!! - grita, aún sabiendo que es en vano.

La primer flecha lo golpea en medio del pecho, dejandolo sin aire. Los guerreros enemigos se abalanzan sobre el blandiendo sus armas. Con un último esfuerzo, el pelirrojo gira su lanza describiendo un amplio círculo, preparándose para lanzar un último Golpe Relámpago, mientras con enronquecida voz, aúlla un último y atroz pensamiento.

- LA PUTA MADREEEE !!!!

Capítulo XIX - Silencio II




31 jul 2008

Capítulo XVII: La Gradh - Uha

Luca contempla atónito el brillante fragmento del tan preciado material, que lentamente comienza a derretirse en el cálido mediodía Syrtense, formando un incipìente charco sobre la superficie del tosco baúl. Comprende súbitamente el motivo de la incomodidad del enano, provocada, ahora lo sabe, por las bajas temperaturas y humedad que le estarían causando en tal íntimo escondite. Una amarga duda lo asalta y con precaución, acerca su roja cabeza al helado cristal, y en un gesto de valor indómito, lo huele. Afortunadamente, la gruesa envoltura de cuero, ha mantenido a salvo el valioso producto durante su travesía en tal hostil ambiente.

El bárbaro recuerda con disgusto pasadas experiencias, cuando había comenzado a escasear el hielo, y trataron de utilizar la magia para generarlo. Lamentablemente, el báculo no estaba lo suficientemente limpio, y pasaron toda la noche escupiendo insectos y espinas de hiedra que continuamente aparecían en los vasos, sumado al horrendo sabor, que de algun modo, había impregnado la bebida con vestigios de los más oscuros conjuros lanzados anteriormente por el brujo.

- Nunca más - pensó para sus adentros.

El comerciante, mientras tanto, negociaba en voz baja con el alsirio, quien tras unas cuantas negativas, parecía al fin acceder al realizar el intercambio. Cruzaron unas palabras más en el extraño idioma enemigo, y luego el barbudo guerrero, con una sonrisa se acercó al pelirrojo, y le hizo una reverencia, dispuesto a marcharse.

Luca, recordó el tono burlón con el cual se había referido a su demorada ceremonia de Gradh - Uha, y subitamente, obedeciendo un repentino impulso, le habló al viejo.

- Oiga, jefe... un favorcito.... - el viejo lo miro sorpendido - digale acá al petiso... que hoy mismo a la noche, a la medianoche, me voy a graduar... como sea...

El viejo, encogió los hombros y le tradujo al enemigo las bravas palabras del pelirrojo bárbaro. Un brillo cruzó los ojos del enano, tras las pobladas e hirsutas cejas, y le preguntó algo al comerciante.

- Dice que donde...

Luca, quedó pensativo por un momento. Quizás había lanzado demasiado presurosamente el anuncio, sin detenerse a pensar las consecuencias.

- Boquié - pensó

- A ver... a ver... - la limitada inteligencia del bárbaro, buscaba en sus recuerdos, el lugar ideal para graduarse. El recuerdo de las increibles experiencias de la masiva fiesta aniversario, vino a su mente como un rayo.

- En el pozo - su voz sonó un poco débil, pero luego, inflando el pecho, repitió con valor. - En el pozo, hoy, jueves, a la medianoche.

El viejo, una vez más, trasladó las palabras al alsirio, quien asinitió con la cabeza, saludo una vez más, y desapareció rápidamente por la luminosa abertura que daba al exterior.

De pronto el bárbaro recordó la urgencia de su misión, y pensó con angustia en la posibilidad de quedarse sin asado, y aun peor, sin vino.

- Bueno jefe, la voy haciendo, que me van a dejar sin nada.... me dice que le debo ?

- A ver pibe, pará que llegó la lista de precios nueva... mmm serían... - el viejo miro el hielo, como calculando para sus adentros - y dame 20.000 .

- 20 K !!!! por un poco de hielo !!!

El bárbaro lanza al cielo, un desgarrador lamento que llega desde lo más profundo de su dolido espíritu...

- La puta madre !!!

Capítulo XVIII : Silencio


6 jul 2008

Capitulo XVI: El bulto del enano

El anciano le señala una alta caja al Alsirio, quien de un ágil salto se trepa, acomodando las cortas pero gruesas piernas que quedan colgando en el aire. Luca recuerda con turbación aquellos rumores que circulaban en las rondas de la taberna, acerca de la real profundidad de la alianza entre los Uthgars y los Enanos, en las largas y heladas noches del montañoso reino.

El guerrero enemigo le dice algo al viejo, mientras señala al pelirrojo.

- ¿Que le dijo?

El viejo sonríe brevemente.

- Nada.
- Dele don, digame...
- jeje.. dice que sos un pete, que cuando te vas a graduar ...


Las rudas mejillas del bárbaro se tiñen de un rojo similar al de su cabello, al escuchar una vez más el reiterado reclamo, no ya en boca de sus compañeros de clan, sino de un enemigo. Llevaba tiempo más que suficiente en Zona de Guerra para ser un Cincuenta, pero todavía no había conseguido el preciado estado que se alcanzaba tras la sagrada ceremonia, la Gradh - Uha. El pleno poder sus capacidades, unido a la liberación del odioso leveo, eran la meta a lograr tras horas y horas de ultimar diversas criaturas o arrebatarles sus partes.

Vuelve a la memoria del bárbaro aquella ocasión en el comienzo de su entrenamiento, en la cual la sencilla tarea de recolectar unos Huevos de Aquantis, se había tornado un cruento episodio al confundir en su inexperiencia a estos últimos con los Cíclopes, quienes no tomaron por supuesto con agrado la iniciativa, resistiendo con insólita bravía, sus esfuerzos en obtener tal estimado botín.

- Digale que lo voy a invitar cuando me gradúe... que los voy a invitar a todos los del clan, jeje -

La rivalidad ancestral entre los clanes era conocida en los tres reinos. El enano escucha con atención la traducción que le hace el mercader, y luego asiente con una sonrisa.

- Que querés que te diga, pibe... a mi me cagaron... - El viejo se sienta en una vieja silla de paja que acomoda en el centro de la habitación.

- ¿Sabés como laburaba yo acá con la bola de leveo ? Día y noche tenía, gente. Flechas, armaduras, báculos... me iba una vez por semana a la capital a traer túnicas nueva..., viste como es... lo que se usa en Fisgael...

Habla el mercader, con la miradada perdida, contemplando tal vez en su mente aquellos tiempos dorados que rememoraba y no los polvorientos estantes en los cuales se apilan, ordenados en incontables filas, una diversa multitud de objetos.

- Y de un día para el otro... nada ! Sacaron todo los hijos de mil... - crispa su puño arrugado, y se devanece su voz, mientras mira alrededor con desconfianza. - ya no vino nadie...

- Encima... viste como es... yo por ley, igual tengo que seguir comprando... y no estoy vendiendo nada... mirá esto, mirá - Señala las cajas en el extremo de la habitación, y las altas estanterías.

- Pestañas de Gárgola, Bigotes de Oso, Orejas de Yeti Bestial... - con gesto irritado el anciano se incorpora y va abriendo las ruinosas cajas.

- ¿ Me decis que mierda hago con todo esto ? Una piel de León siempre viene bien, es algo que tiene salida... pero ¿Sabes lo que es que un pelotudo te despierte a las 3 de la mañana para venderte unas alas de avispa ? - Arruga en sus manos un fragil monton de delgadas hojuelas transparentes, que se deshacen con un crujido.

- Alas de avispa... - murmura... y vuelve a sentarse abatido.

El enano, se revuelve incomodo en su lugar, con gesto preocupado. De pronto, mete la mano bajos sus asentaderas, y vuelve a retirala humeda, brillantes gotas cayendo por sus dedos. Pronuncia el guerrero enemigo una gutural expresión, ( que aunque desconocida para Luca, deja imaginar en sus rotundas sonoridades una profunda contrariedad ), mientras se levanta para dejar ver su pantalón con una notoria mancha mojada. El bárbaro contempla atónito como el barbudo personaje, hunde las manos bajo la ropa y comienza a hurgar, buscando algo en su entrepierna.

- Ah bueno... - piensa Luca.

Más la sorpesa es mayor cuando el alsirio extrae de sus ropas, un bulto de cuero, que demuestra ser la fuente del derramado liquido. Con un sonoro ruido, deposita el envoltorio en la tapa de la caja y comienza a manipular los intrincados nudos que la mantienen cerrada, hasta que logra al fin su objetivo y extrae de su interior, un reluciente y perfecto bloque de hielo.

El bárbaro no puede reprimir un grito de asombro, ante tal revelación, y un pensamiento ocupa su tosca mente.

- La puta madre !!!

Capítulo XVII: La Gradh - Uha




5 jul 2008

Cómic



Una prueba de historieta que que tiene algún tiempo.
Lamentablemente, no pude traducir las runas...
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27 jun 2008

Capítulo XV: La era del Hielo

Las pesadas botas del bárbaro, levantan el polvo del camino, dejando tras de si, una estela que lentamente se desvanece en el claro aire del mediodía. Corre veloz y decidido, sabiendo que cada minuto es valioso, que cada instante cuenta, que con cada paso crece el peligro, de quedarse sin asado. El rojo pelo, flamea al viento, mientras se aleja, rodeando la parte posterior del fuerte, rumbo al eternamente desierto mercado que se alza las cercanías.

- Yo no sé esta gente de que vive - piensa para sus adentros. - Acá no viene ni el loro che.

Recuerda con nostalgia, las pasadas épocas de esplendor de Algaros, con decenas de personajes leveando en enloquecida masa, ultimando bestias una tras otra, en encegecido afán de matanza. Mas lo bueno, no dura por siempre, se dice, y un funesto día, los superiores designios de los Adh-Mins dieron fin a la constante orgía de leveo, condenando al lejano fuerte a la soledad y al abandono. Por supuesto, los mercaderes habían alzado sus voces de protesta, llegando incluso a interrumpir el paso, bloqueando el camino al Puente de Pinos Oeste ( pepédos, para el vulgo ), pero todo había sido en vano, y la voluntad de los poderosos entes no había sido doblegada.

Luca llega a la precaria construcción, que parece desierta, vacíos los descuidados mostradores, apenas algunas flechas gastadas se amontonan en un rincón, junto a una oxidada armadura. Una anciana barre con desgano la puerta de la pequeña casa, encorvandose y murmurando para si misma. El bravo guerrero le dirige respetuosamente la palabra.

- ¿ Doña... podrá ser algo de hielo ?

La anciana se lleva la mano al oido, mientras lo contempla con el ceño fruncido, en evidente gesto de incomprensión.

- ¿Qué ? ¿Quien es ?

El bárbaro se acerca un poco más, y alzando la voz le responde.

- Hielo doña, necesito hielo..... soy Luca -

La mujer asiente con la cabeza, y volviéndose hacia la puerta, llama con cascada voz. Desde las penumbras del interior, alguien le responde.

- Dice que pases - la anciana, le indica con un gesto la entrada, mientras continúa su monótono trajin, moviendo lentamente la arruinada escoba.

Luca, tras un momento de duda, traspone la descascarada abertura, internándose en la oscura y húmeda construcción. De espaldas a el, un hombre de avanzada edad, acomoda con esfuerzo unas pesadas cajas, que se apilan en el fondo de la habitación. Sin volverse, el viejo comienza a hablarle.

- Luka - le dice. Y luego para la mayor de las sopresas, pronuncia unas extrañas palabras en un desconocido idioma, que el bárbaro cree reconocer como alsirio, la lengua de los eternos enemigos del reino. En un rápido gesto, Luca desenfunda su afilada hacha, preparándose para lo peor. Al escuchar el ruido del metal, el mercader se vuelve sorpendido, y da un grito de asombro al ver frente a sí, al guerrero dispuesto al combate.

- Pero... pero.. quien carajo sos vos ? - pregunta, mientras trata inutilmente de cerrar una de las cajas, donde el bárbaro cree vislumbrar un fugaz destello de un rojo intenso.

- Yo soy Luca, bárbaro de Syrtis... ¿ Por qué me hablaste en alsirio ? ¿ A quien esperabas ? - increpa, blandiendo su pesada arma.

En ese momento, el pelirrojo siente un ruido a sus espaldas, de un salto trepa a una de las cajas, vigilando la puerta, donde asombrado ve aparecer un pequeño pero fornido enano. La cara le resulta familiar, y reconoce al fin a un guerrero de la poderosa hermandad enemiga, eterna rival de su clan, contendiente en mil sangrientas batallas.

Desde atrás de las pobladas cejas, brillantes los ojos, Luka, del Peor Clan de Regnum, lo contempla fieramente, mientras esgirme una pesada lanza.

- Paren, paren... !! - grita el viejo, poniendose en el medio de los guerreros, que ya se aprestan para la lucha.

- Paren, que me van a hacer un chiquero !!! - Luego se dirige al barbudo enemigo en su idioma, tratando de detener la inminente contienda. El enano baja su lanza, y sonriendo, hace una breve reverencia. Luca, sin salir de su asombro, lentamente guarda su arma.

- ¿Que mierda está pasando ?

- Tranquilo pibe - lo calma el anciano. - Sentate que te explico...

Capitulo XVI: El bulto del enano




18 jun 2008

Capítulo XIV: Fuego y Metal, Carne y Sangre.

Una delgada pero inconfundible columna de humo, se alza, claramente recortada contra el díafano cielo, colgando casí inmóvil en el silencioso mediodía. El bárbaro, sin detener su rítmica carrera, contempla con angustia la ominosa señal, certero signo de que ya ha comenzado el cotidiano acto.

Ha empezado ya, la eterna danza del fuego y el hierro, la carne y la sangre. El chocar de los metales, cortando, desgarrando ávidadamente, en insaciable codicia. Los instintos más primitivos desatados en un frenesí salvaje, del cual quedaban, cual mudos testigos, sólo los blancos huesos secándose al sol. Muy a su pesar, el guerrero reconoce que también el es presa de tales pulsiones. Como un sordo rumor en su mente, una idea lo acecha a cada paso. Debe llegar a tiempo, o ya no quedará nada.

Luca embiste colina arriba, camino a la ruinosa Cúpula que fuera una vez el orgullo del reino, hoy mustios restos de un pasado de esplendor. Pasa, sin dedicarles siquiera una mirada, las pálidas y abandondas ruinas, concentrando su energía en el ultimo esfuerzo que requiera la subida final antes de alcanzar su destino. Al llegar a la cima de la lomita, mientras recupera el aire, contempla con ansiedad la más occidental de las fortificaciones del verde reino, el heroico fuerte Algaros.

Vacía está la tarima, y vacíos los puestos de los guardias a los lados de la puerta. Luca teme lo peor, haber demorado demasiado en su camino, habérselo perdido todo. Con sus últimas fuerzas desciende en desquiciada carrera la verde pendiente, entrando intempestivamente a la fortaleza.

Más tan solo una breve ojeada a su alrededor, relaja su crispado semblante, y con un suspiro de alivio, deja caer su exhaustos miembros. Ha llegado, por suerte, a tiempo.

- Dale Luquita, sentate que ya salen los choris...

Acalorado y sonriente, desde la humeante parrilla, que sisea con el inconfundible sonido de la carne cocinándose, Sir Ricotero le señala con un amplio gesto la larga mesa dispuesta en el patio, donde ya están acomodados, listos para el tradicional asado, los numerosos integrantes del clan, los Centinelas Nocturnos. Una amistosa doble hilera de alegres y enrojecidas caras le dan la bienvenida al pelirrojo guerrero, que aliviado ocupa un lugar en el extremo, casi junto a la sublime bandera del reino, que oronda flamea coronado el festín.

- Tomá pete, un vasito de tinto.

Una fraternal mano, deposita frente a sus ojos, la tosca pero amplia jarra de ornado metal, llena de un aromático y rojo vino. Luca cierra sus ojos, mientras se deleita con el sutil perfume. Con un rápido movimiento, da un gran sorbo al vulgar más noble recipiente. Un gesto de contrariedad cruza su rostro, mientras contempla con fruncido ceño el contenido. Volviéndose a su vecino, le dice.

- tá caliente che... no hay hielo?

Rápidas miradas se cruzan, la voz corre como una perdida flecha, rebotando de boca en boca, atraviesa la mesa en todas direcciones. La temida respuesta deja a los presentes inmersos en un mudo horror. No hay más hielo. El bárbaro no puede contener su amarga queja.

- La puta madre ¡

Capítulo XV: La era del Hielo




continuará...

13 jun 2008

Leveo Hogareño

Advertencia: El Siguiente texto contiene expresiones que quizás puedan herir la susceptibilidad y el buen gusto. Siga leyendo bajo su propia responsabilidad.

Tengo un perrito muy lindo, que se llama ( fuera de joda ) Syrtis. Tambien le decimos Chucho. Como todo ser vivo, tiene un ciclo digestivo que incluye, por supuesto, la excreción, función que lleva a cabo exclusivamente (por suerte) en la terraza.

Me encuentro así, regularmente frente a la tarea de eliminar dichos amorfos residuos alimenticios, que superan en ocasiones la veintena, dispersos irregularmente en un área espécifica. Esta tarea, repetitiva y tediosa, en cierta medida, pero que a la vez requiere cierta concentración y habilidad para hacerlo eficientemente, me llevó a una hasta entonces impensada asociación con el leveo.

Acentúa tal vez, esta impresión, el hecho de cumplir mi objetivo, portando un instrumento pesado y metálico en la mano, no ya un Hacha de Lord Guerrero de Acero Fino, sino una discreta Palita de Asador de Hierro Oxidada.

Así que ahora, me bufeo, selecciono un objetivo y:

has lanzado Levantar Sorete en Pala (4) en Sorete Diminuto
has vencido a Sorete Diminuto (3/10)
has obtenido Restos de sorete pegoteados

Veo uno difícil, grande, chorreado, con una amplia base de sustentación que lo afirma al piso. Imposible removerlo de un solo golpe. Hay que despegarlo primero.

has lanzado Despegar Sorete (4)
Sorete Ancestral te ha evadido Despegar Sorete
Sorete Ancestral te ha lanzado, Olor a bosta (2)
has sentido Olor a bosta
has lanzado Raspar Sorete (1)
has lanzado Levantar Sorete en Pala (4)
has vencido a Sorete Ancestral (2/2)

En un ratito, la terraza queda despejada. Después tiro un área.

Has lanzado Manguerear (5)

y listo el pollo.

Sepan disculpar la crudeza.

12 jun 2008

Capítulo Aniversario Parte II - La gran reunión

Luca contempla atónito la divina escritura que implacable se cierne sobre el mundo todo. Los habitantes del reino, comienzan una alborotada e intempestiva algarabía, llenando el aire de infundadas suposiciones, insólitas especulaciones y variadas expresiones de mera sorpresa.

El poder supremo se ha manifestado de una manera inequívoca e irrefutable, sumergiendo en la duda a los bravos protagonistas de la eterna batalla. Los misteriosos designios de estos seres superiores, urdían titánicos efectos sobre la misma realidad de su mundo.

El bárbaro recuerda con emoción la misteriosa noche en el mundo paralelo de Amún, campo de juego del capricho y la voluntad de los Adh-Mins. La furiosa cabalgata en amistosa compañía de sus implacables enemigos y rivales, la efímera sensación de ser un graduado, y por último la mismíma presencia del poderoso ente al cuál quería encontrar para expresar su tantas veces reiterado pedido; deshacerse de su odiada cabellera. Afortunadamente, a tiempo había detenido sus palabras, cuando el ser develó su rostro ocultó tras el yelmo, y con él también, ardiente corona de enhiestos y furiosos pelos rojos.

Mas poco duraría el ensoñamiento del guerrero, pues ya los dioses volvían a hacer sentir su magna voz

- TODOS AL POZO !!!

El pozo.
Existía en el enemigo reino de Alsius, una extraña zona llamada el golpe de Thorkul, una cruel mandíbula de afiladas rocas, rodeando una muerta llanura interna. Albergaba en su centro, un misterioso orificio que se perdía en la mas amarga de las tinieblas. Caer allí era una muerta casi segura, ya que resultaba casi imposible salir de sus empinados y resbalosos muros.

- EL MISTERIO SERÁ DEVELADO !!!

Luca siente en su pecho una honda emoción, llenando sus oídos y mente con la sagrada expresión de la superior sabiduría de los arcanos creadores del mundo mismo. Extasiado se prepara a recibir la próxima dorada porción de las divinas expresiones, alzando sus ojos al límpido cielo, donde incrédulo contempla el nuevo mensaje de los supremos.

- SI NOS ORGANIZAMOS G... TODOS !!!!

Su mandíbula cae bruscamente, en innegable expresión de asombro, mientras trata de acomodar su limitada capacidad intelectual al esfuerzo de interpretar el sagrado concepto.

Más ya la marea verde comienza a fluir hacia el camino, al norte, y al oeste, rumbo al peligroso Puente de Pinos, escenario de tantas aguerridas batallas, botín de sangrientas disputas, conocido por el vulgo como pepé. ( Extrañamente había quienes lo llamaban Pipí ). En medio de gritos y carcajadas, la variada multitud marcha, alegre y despreocupada, cruzando sin precaución alguna el territorio enemigo. Aquí y allá, ostentan algunos, esos insólitos bonetes verdes, recompensa de la campaña de extermino de los insolentes goblins que osaban retar al reino, paseándose provocadores por doquier.

Pronto dejan atrás los bosques y llegan a la árida corona de riscos, donde una multitud ya se ha congregado. Rodeando el pozo, las banderas de los tres reinos crean un espacio mágico donde los enemigos pueden comprender los extranjeros lenguajes.

Cabras, tomates y lechugas, términos vulgares para llamar a los habitantes de los tres reinos rivales, aguardan expectantes la próxima sorpresa de los dioses, en medio de bailes, bromas y algún que otra área lanzada al montón.

Los acontecimientos de esa noche, quedarían grabados para siempre en la memoria del bárbaro, como una confusa sucesión de increíbles escenas. Los ridículos orcos con bonetes, bailando alocadamente junto a gigantescos Yetis, la presencia de los feroces dragones ( algunos de un tamaño jamás visto ) y por último, la horrible bestia gigantesca que surgió fugazmente del pozo, espantando con su presencia a los guerreros de las tres facciones en eterna disputa.

Lo ultimo que recuerda el pelirrojo, son unos extraños objetos esféricos, de color blanco y negro, que imprevistamente aparecen por todo el lugar. Alguien dice que esos misteriosos artefactos cantan para expresar la voluntad de los dioses, pero de esto último, no hay pueda quien afirmarlo con certeza.

Capítulo XIV: Fuego y Metal, Carne y Sangre.

26 may 2008

Capítulo Aniversario - Parte I - Tiempos Festivos

La primer sensación es el calor, y un sordo resplandor en sus párpados cerrados. Lentamente la conciencia vuelve a la atribulada mente del bárbaro, espesos los recuerdos comienzan a ordenarse, en hipnótica sucesión de brillantes imágenes, con el fondo de las nunca antes percibidas voces del los Ush - Ers. A su memoria vuelve la victoria en Stone, seguido de la frenética carrera hacia el Puente Blanco, el fugaz rejunte en el límite y la entusiasta arremetida hasta Samal. Aquí el hilo de la secuencia se interrumpe. Luca mastica arena en su seca boca. Samal.

Se incorpora de un salto, encandilado por las rojas arenas del desierto, en vano busca a tientas su lanza, bruscamente conciente del peligro. Cuando sus ojos empiezan a acostumbrarse al resplandor, surge frente su mirada, el árido paisaje del fuerte enemigo, y las oscuras figuras de los ignitas. En el frente un letal tirador tensado su arco al máximo, le guiña irónico un ojo.

Luca se materializa en el save.

No siente ya la extraña fatiga, que parece haber desparecido tan misteriosamente como había empezado, pero los extraños sucesos de la noche anterior, giran en extraña danza en la imaginación del bárbaro. Bailan. Como la gente que está bailando alrededor en el save central.

El bárbaro cierra sus ojos, mientras frota su áspera cabellera en círculos.

- No tomo más esa porquería che, estoy limando mal.

Vuelve abrir los ojos. La gente sigue bailando. Un súbito griterío interrumpe la colectiva danza.

- Acá hay uno !!! Acá hay uno

El guerrero desenfunda su hacha en veloz movimiento, lanza una embestida y sale en brusca carrera hacia el grupo de verdes que se ha formado alrededor, seguramente, de algún bravo combatiente de los rivales reinos. No puede distinguirlo entre las veloces siluetas de la rueda que se forma rápidamente, y sorprendido escucha los gritos de los presentes.

- No lo maten, no lo maten
- Un golpe cada uno
- Yo no le pegué, yo no le pegué
- Déjenme algo, déjenme algo
- sin skiiiiilllllsssss

El bárbaro se horroriza ante tal crueldad, de repartir cual botín al enemigo, ultimándolo a pequeños golpes, quien sabe para que sádico fin. Se asoma entre los atacantes, tratando de descubrir la identidad de tan codiciada presa. Cuando vé el Goblin con el bonete verde, no puede sino pensar para sus adentros.

- La puta madre.

La pequeña y horrible criatura se debate inútilmente en medio de la horda de ávidas y acechantes figuras que lo acosan por turno, hasta que finalmente cae vencida sobre la siempre verde hierba que rodea el save. El grupo se dispersa; parten algunos raudos, en urgente búsqueda; otros se agrupan alrededor del blanco pilar y retoman entre risas la alocada danza. El bárbaro los mira sin salir de su asombro, nunca había visto antes esta nueva manera de moverse. No era el tradicional baile practicado desde hace años, moviendose hacia adelante y hacia atras al mismo tiempo, sino una increible sucesion de contorsiones, volteretas y estremecimientos, que se sucedian en continuas variaciones. A su lado siente una voz

- Lucaaaaa !!!! Bailá boludo... que bueno !!! - Albus Camus, un arquero Centinela ondula y se retuerce frente al pelirrojo.
- ¿Pero como? - el guerrero contempla con recelo sus musculosos pero poco flexibles miembros, dudando seriamente de que puedan llevar a cabo tales acrobacias.
- Bailaaaaaaá - Lady Pipi, sabia conjuradora del clan, alienta al bárbaro a intentar la danza.

Luca respira profundamente, tratando de tranquilizarse. Demasiados sucesos nuevos sobrecargan la limitada capacidad intelectual del valeroso aventurero, incólume ante los desafios del clima o el terreno, impasible ante la amenaza de las feroces bestias del reino, imprudente frente al peligro de las hordas enemigas; pero poco avezado en las sutiles destrezas de la danza.

Para la mayor de sus sorpresas, el bárbaro ve como sus manos se alzan, en zigzagueante trayectoria, mientras las pesadas botas comienzan a moverse al compás. Luca sonríe, echa su roja cabeza hacía atrás, y lanza al límpido bóveda celeste su grito de alegría.

- Weeeeeboooo Suurrrrrtuuussss !!!!!

El pueblo del verde reino, por primera vez en la historia conocida, baila en cada rincón, mercaderes, guardias, pregoneros, se suman al colectivo festejo, y detienen por un momento el eterno clamor de las armas, reemplazado por las carcajadas y gritos de alegría. Entonces, alta y dorada, en el medio de la clara tarde, se hizo presente, majestuosa la divina palabra del supremo Nuestro Gran Desarrollador.

- FALTA UNA HORA !!!

El bárbaro contempla atónito las ardientes palabras en el cielo.
- ¿Una hora para qué ?



Capítulo Aniversario Parte II - La gran reunión


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Capítulo XIII - Sorpresas

En el sobrecargado cerebro del bárbaro, insólitos pensamientos se retuercen cual atormentadas fieras. La ingesta del poderoso té ha desatado un efecto inesperado en su mente. Percibe, aunque con dificultad, las voces de los Ush-Ers, y puede seguir sus triviales diálogos, que lo hacen dudar profundamente de la capacidad de estos seres de otro plano, para hacerse cargo de los destinos de los valerosos súbditos del verde reino. Pero al menos, parece que intentan coordinar algún tipo de estrategia.

El grupo, ya terminada la ceremonia, sale sigilosamente de la casa junto al mercadito, y emprende veloz carrera hacia la batalla, que sigue su curso en las abiertas praderas de Herberd. Luca, algo mareado todavía, se esfuerza en la retaguardia del grupo. A su lado corre la bien provista bruja Pechugas Larou, balanceando su generosa figura. Sin detener la carrera, la maga se acerca para hablarle. Luca escucha sorprendido en su mente, la masculina y cavernosa voz del Ush-Er, más propia de un orco peón que de una dama, mientras le dice.

- Luquita, tiro terror y se mandan con áreas, eh

- Dale, voy con relámpago – reconoce en la respuesta, la voz del frecuente suicida que rige sus actos.

Tendría que haberme guardado el yelmo con +4 de inteligencia ese – piensa el bárbaro – la verdad, no cazo una…

Más la brusca realidad del combate saca al guerrero de sus cavilaciones, la hueste verde culmina al fin su carrera en las proximidades del perdido fuerte, y se detiene reagrupándose desordenadamente. Arriba de la loma, frente a la puerta, los Alsirios los observan expectantes. Resplandecen en el acero de las armas, las luces de múltiples bufeos y poderes; se percibe vagamente, el agrio hedor de las sudadas cabras. Luca recuerda con repulsión la amarga experiencia de yacer inmovilizado a escasos centímetros de las botas de un grupo de enanos. Esos segundos habían parecido durar horas, y había llegado a pedir mentalmente que lo remataran.

En el camino al Puente Blanco, a una prudente distancia, los Ignitas esperan el momento adecuado para sumarse a la batalla. Una situación bastante frecuente, que acarreaba bastantes problemas a la hora de retomar el fuerte.

- A los tomates primero ¡
- A ignis, a ignis
- A la puerta, a la puerta
- Primero las cabras ¡
- Hoygan, hoygan…
- COMPRO ITEMS CON BONUS TODAS LAS CLASES

Innumerables voces se suman en el confuso griterío, haciendo casi imposible distinguir las palabras, y menos aun coordinar un curso de acción. Luca por las dudas, se tira Cautela.
De pronto, frente a sus ojos, una fantasmal calavera verde fosforescente, abre sus pútridas fauces en amenazadora mueca. Sorprendido trata de retroceder, pero tropieza y cae de espaldas. Desde el suelo, puede ver con el rabillo del ojo una multitud de aliados derribados a su lado.
- La puta madre – piensa – comimos terror de nuevo.
A pesar de tantas batallas, el viejo truco sigue funcionando.
Sabés que es de mentira – se dice el pelirrojo – pero el cagazo te lo pegás igual.

La repentina pestilencia que lo rodea, le indica que los guerreros enemigos ya están allí. Desde el suelo ve las lanzas recortadas contra el cielo, girando en macabros círculos. Antes de perder la conciencia, le parece ver extraños colores en la armadura del Utghar a su lado.
- Toy flasheando – piensa, y todo se oscurece.

Luca se materializa en el save del mercado. Una variada multitud, charla o comercia animadamente, ajenos por completo a la batalla que se desarrolla a corta distancia. Una cazadora de corta estatura y andar nervioso, grita desaforadamente, en medio de la muchedumbre que la ignora.

- ALSIUS AND IGNIS AT HERBRED, COME ON, AMIGOS – sus masculinos movimientos y su agria expresion, provocan una fea impresión en el bárbaro, que se aleja de la arquera, que explota en una catarata de gritos histéricos, que aun sin comprenderlos, se percibe son insultos.
- ALL YOU LOOSERS ¡ I M MOVING TO WOW ¡

Luca duda por un momento, frente al mercadito. La guerra esta a pleno, pero por otra parte, debería ponerse a levear. Hace tiempo ya que est en 48, y no vé la hora de por fin graduarse.

- Bueno, mato un par de leones y vuelvo. – se dice

Lanza su grito de guerra - Weeebooo Surrtuuusss – Y blandiendo su hacha de Lord Guerrero descarga una cruz del sur en un León que se pasea tranquilamente por los alrededores. Un par de golpes bastan para liquidarlo y obtener más de 200 puntos de experiencia. El bárbaro se dirige maquinalmente hacia la siguiente bestia. Más al momento de levantar su arma un extraño cansancio lo invade, y le cuesta horrores dar el golpe.

-Que mierda pasa ahora ¡ - ruge. Sus brazos apenas le responden y cuando finalmente mata al animal, solo le da 120 puntos.
- Es la nueva Aqh – Tuah … - contesta un comerciante del mercadito - no escuchaste nada ? Fatiga, le dicen…

Luca, exhausto, contempla el León a sus pies. El leveador incansable, que recorría por mañanas enteras la playa de Eferías, apenas podía sostener su arma. Su mente otra vez estaba llena de dudas.

Que nuevas sorpresas traerían las injerencias de los Adh – Mins cumpliendo los ignotos designios del todopoderoso Nuestro Gran Desarrollador. Recordó los colores en la armadura pintada del Utghar, y una luz de esperanza comenzó a brillar en el sombrio panorama. Si las armaduras podían pintarse, quizás tambien podría hacer algo con su espeso, horrible e intolerable pelo rojo.

Capítulo Aniversario - Parte I - Tiempos Festivos


Capítulo XI: Desazón

Oscuridad. Luego, la luz comienza a crecer...

Luca se materializa en el save central. Sacude su cabeza con un gesto de desánimo. Ha podido comprobar sin lugar a dudas como su Ush-Er controla, al menos en parte, sus actos y su destino. Más la ardua batalla sigue, y el deber no puede esperar, con un giro de sus talones comienza a correr nuevamente hacia el fuerte.

Cerca del mercadito, ve un grupo de gente, reunidos en círculo, gesticulando airadamente y hablando a grandes voces. Seguramente, piensa, estarán delineando alguna estrategia para recuperar el fuerte en tan aciago momento; coordinando tácticas para expulsar la multitud de enemigos de ambos reinos rivales, arteramente conjugados para atacarnos; organizando tal vez la brava resistencia, mediante la inteligente combinación de las habilidades propias de cada clase. Entusiasmado, se acerca a la multitud vociferante. captando palabras aisladas "caballero, arco, nivel, fuerza..."

Un arquero eleva su voz por encima del resto de los presente.

- COMPRO ITEMS CON BONUS TODAS LAS CLASES !!

Luca se detiene sorpendido, y cae en cuenta de lo que realmente está sucediendo, al poder distinguir lo que dicen el resto de los allí reunidos.

- Algo para brujo nivel 45, con inteligencia !
- Vendo amuleto real 120k !!
- Perneras para tira, velocidad + 8% !!

Luca maldice por lo bajo. El maldito tema de los Drohps, aquellos misteriosos objetos con poderes que comenzaron a aparecer, ha trastornado el desarrollo de las guerras. Cada vez costaba más juntar un grupo digno de combatientes, entre los que estaban en el enloquecido comercio y los que se dedicaban a la caza de los pobres animales, en busca de los preciados artefactos que mejoraban las habilidades de su dueño. Tiene que reconocer que él tambien había encontrado algunas cosas interesantes, matando leopardos cerca del Puente Blanco. Recuerda la sopresa al encontrar una lanza de 3 metros adentro de una pequeña comadreja.

- Pobre bicho - pensó en ese momento - como mierda se le habrá metido esto adentro ???

Pero la guerra no se detiene. Luca trata de incentivar a los congregados con un grito de guerra..

- Corten sus pelotas !!! - aúlla. Más su voz se pierde entre los chillidos de los comerciantes. Toma al arquero de los hombros y lo sacude.

- Stone genteee !!! Ingis y Alsius en Herbred !!! AYUDAAAA !!!
- COMPRO ITEMS CON BONUS TODAS LAS CLASES !! - le responde el tirador, la mirada perdida, los ojos vacios.
- Vamos loco, dejen de joder, hay guerra... !!! weeeebo syrtiissss !!!
- COMPRO ITEMS CON BONUS TODAS LAS CLASES !! - repite, monótono.

El bárbaro se da cuenta de la inutilidad de su tarea. De pronto siente alguien que lo tironea de las hombreras. Un brujo, de aspecto sucio y desaliñado, lo contempla fijamente, colgando un hilo de baba de su entreabierta boca.

- Tu tienes mi amuleto ? eh damelo .. mi amuleto...
- Que decis che ? - Luca intenta quitarselo de encima.
- Mi Amuleto de Clarividencia... era mío... me lo quitaron.. pinches cabrones !!
- Salí man, no tengo nada tuyo...
- Mi amuleto, mi precioso... es mío... lo compré... vendí todo para tenerlo... me lo sacaron.. - el brujo cae de rodillas y rompe en llanto... - me lo quitaron...

Luca se desprende del pobre mago, compadeciéndose de su dolor. Debía ser uno de los afectados por la misteriosa desaparición de objetos mágicos que había sucedido hace algún tiempo. El mismo había perdido un Anillo del Norte, que ayudaba a resistir el frío. - Que cagada che - había pensado en ese momento - venía bien bien para la tardecita, que a veces refresca cerca del río.

Siente que alguien le habla al oído.
- Os puedo ofrecer algo para barbaro, tío ? - Un caballero porta su escudo, no ya como una protección contra los mortales ataques del enemigo, sino que lo lleva horizontal, en forma de bandeja, repleta de armas, túnicas y artefactos mágicos. - Tu eres nivel 45, si ? Mira, tengo este bonito martillo, te lo puedo dejar barato..
- No, gracias loco... ahora la verdad estoy en guerra... bah.. estamos, se supone...
El sujeto mira el pelo de Luca, y esboza una sonrisa. - Oye, no eres tu el chaval que quiere llegar a la isla ?
- Se - dice Luca
- Bien pues, mira... tengo estos guantes para conju, con bonus de velocidad.. quizás podrían servirte... - responde mientras sostiene frente a sus ojos un par de guantes de seda azul.
- mmm para conju ? no me van a andar, me parece...
- pues si, hombre, como no.... mira que bonitos lucen... por que no te los pruebas...
- No che, gracias...
- Bueno, como digas... oye... y ese hacha que tienes, tiene bonus de consitución, si ? cuánto pides por ella ?
- Mi hacha ? pero.. la tengo que usar para pelear ... - Luca comienza a impacientarse.
- COMPRO ITEMS CON BONUS TODAS LAS CLASES !! - el nefasto arquero grita en su oido.
- y que tal este Anillo Maldito ? mira como brilla ... - insiste el mercader.

El bárbaro contempla desolado los habitantes de su otrora valeroso reino, envilecidos por el materialismo del incesante comercio, despreocupados ya del resultado de los combates, absortos en el intecambio de los malditos objetos que habían venido a perturbar el cotidiano trasncurrir de los días, en los verdes campos de Syrtis.

- La puta madre - piensa...


Capítulo XII: La hora del Té



Capítulo XII: La hora del Té

Luca balancea impotente su roja cabeza, abrumado su espíritu por la cruda realidad que se cierne sobre su antaño bravío reino, preso hoy en las crueles garras del vil comercio. De pronto, ve esperanzado pasar a su lado la digna estampa de dos bravos luchadores de su clan, los Centinelas Nocturnos. Acompasando su marcha a la de ellos, los saluda afectuosamente.

- Hola petes. – Mas, por sorpresa, ninguna respuesta obtiene, inmutables continúan su camino

– Ey…che… Ricota, Ling…

Silencio. Luca comienza a impacientarse. Se para enfrente de ambos, y les increpa – Che loco, ¿no me escuchan?

- Ni te gastes – reluciente en su armadura, un robusto caballero se detiene a su lado, con un inocultable gesto de enojo. – A mi ya me rompieron las pelotas con eso. Cuando están así, no te dan ni bola…

Luca observa detenidamente a sus compañeros, notando recién entonces un extraño comportamiento. Los dos permanecen callados, con la mirada perdida, los ojos enrojecidos, dilatadas las pupilas. De tanto en tanto, vuelven simultáneamente la mirada hacia un lado, luego hacia el otro, siempre al mismo tiempo, como escuchando algo en el interior de sus cabezas. Súbitamente, estallan al unísono en una risa, y parten juntos en veloz carrera.

- ¿Y a estos que carajo les pasa? – Luca no sale de su asombro.
- Y si… quedan asi, en otro mundo, no te dan bola… - el caballero mira pensativo a los que se alejan.
- A mi me quisieron hacer tomar también, pero no quise, me fui a la mierda…me fui del clan y todo… -
- ¿Hacer tomar?¿Hacer tomar que? – Luca esfuerza sus 54 de inteligencia tratando de entender de que habla su interlocutor.
- El té.
- ¿Té?¿Que té?
-El té ese que toman… ¿vos no sabías nada?

Luca recuerda entonces algo que le había sucedido hace ya mucho tiempo, en los días de su más tierna petez. Recién llegado de la isla, había recorrido con asombrados ojos, las lujosas calles de la capital del reino, la nunca hollada por pisadas enemigas, la ciudad de Físgael. Comparado con la pequeña aldea, todo era aquí, novedad y maravilla. Aún con la respiración agitada por la carrera desde el teleportador (el rudo bárbaro no puede evitar un sonrisa al recordar el miedo que le dieron esos diminutos golems que lo atacaron), lo habían llevado finalmente sus pasos hasta el imponente palacio.

A ambos lados del ornamentado frente, brillando blancas al sol, las majestuosas escalinatas, se le asemejaban la gloriosa entrada a un mundo nuevo y misterioso. Luca había ascendido emocionado, contemplando atónito el paisaje. Gozaban sus ojos admirando la clara ciudad, la extensa pradera, a lo lejos, recortada contra el límpido cielo, la ominosa silueta del monte Goblin.
De pronto, algo había llamado su atención. Una mancha roja, en medio del verde, detuvo el recorrido de su mirada. A la sombra de un enorme árbol, a la vera misma de la ciudad, un brillante y rojo hongo, se destacaba en el mullido césped. Nunca había visto algo así, y por alguna extraña razón, se sintió atraído. De pronto una carcajada a su espaldas, lo había echo volverse avergonzado. Dos magos de alto level lo contemplaban divertidos.

- Aflojá un poco pibe, que soy muy pete todavía. – le había dicho uno.
- Que barbaridá… cada vez empiezan más chicos con el té ese, che… – había suspirado el otro.

Aún sin entender muy bien de que hablaban, el novato guerrero había escapado a la carrera. Después de ese día, había tratado de evitar ese lugar, y ya no había vuelto a pensar en el extraño acontecimiento.

Luca corre atrás de sus compañeros de clan. Se han sumado al grupo varios centinelas más y todos se dirigen a la casa al lado del mercado. Apoyando su túnica contra la puerta, Richox, el experimentado conjurador, golpea suavemente la puerta. Maravillado, el bárbaro ve por primera vez en toda su estadía en la zona de guerra, abrirse la entrada de esa habitación, siempre bloqueada, y a sus compañeros comenzar a ingresar en un veloz y discreto movimiento.

Embestida. Retorno. Luca corre hacía el grupo, lanzado en ciega carrera y logra alcanzarlos apenas un instante antes de que desaparezcan, entrando justo atrás de Tuor, y escucha inquieto como, con un seco crujido, la añosa puerta se cierra a sus espaldas, dejándolos sumidos en una casi total oscuridad.

Un débil resplandor ilumina la extraña escena. Sentados en círculo, los valerosos combatientes del clan, contemplan en silencio un pequeño fuego en el centro de la habitación, donde un negro caldero hierve llenando el ambiente de extraños vapores. A un lado de la hoguera, unos restos de hongo rojos confirman la sospecha de Luca acerca del contenido de la cocción. Luca se sienta, ocupando un lugar en el círculo. Un pequeño cuenco humeante es pasado de mano en mano, en fraternal ronda, bebiendo cada centinela un pequeño sorbo, y haciéndolo seguir su circular recorrido. El bárbaro, intranquilo, le habla al que está a su lado.

- Ché… decime… ¿De que te pega el té ese?¿Para que sirve?
- ¿Nunca lo tomaste? Uh está bueno… es un flá man…

Desde su otro lado, un arquero, agrega

-Mirá… el té ese que estamos tomando, te hace entrar en un estado místico… es como una apertura, viteh… estás en una forma de inconciencia que permite que tu Ush - Er, se comunique directamente con los otros Ush – Ers, es reloco …
- Aparte podes escuchar a los muertos… - dice alguien…

Alguien toca a Luca en el hombro. Al volver la cabeza, ve frente a sus ojos el cuenco, lleno de un rojo y burbujeante liquido. Lo sostiene con ambas manos y pasea su mirada por el círculo de brillantes y enrojecidos ojos que lo observan a la temblorosa luz de las llamas. De un único y decidido trago, vacía el contenido en su garganta, soportando apenas el amargo calor que se extiende por su interior. Algunos lo miran sonriendo, como animándolo en su primer experiencia con el poderoso té.

De pronto, empieza a escuchar en su cabeza una voz. Reconoce a su Ush – Er, el imprudente lanzador de golpes relámpagos. Pronto comienzan a sumarse otras voces, seguramente de los otros seres que animaban el espíritu de sus compañeros.

¿Qué profundas verdades manejarían estos habitantes del otro plano? ¿Qué misteriosos conocimientos detentaran, qué ignotos temas serán cotidiano material de intercambio entre esas mentes superiores? Luca se esfuerza por entender de qué hablan. Las palabras se ordenan en frases y de a poco comienza a captar el sentido, preparado a absorber la sabiduría desde la fuente misma.

- Hola petes.
- Kacé che
- Banquenmé que voy a mear…
- ptptptptptptp
- No revivas, no revivas
- Que grande boquita eh…

Los vidriosos ojos de Luca se abren inmensos de asombro ante las banalidades que escucha. Un único pensamiento cubre su mente.

- ¡La puta madre!

Capítulo XIII - Sorpresas



Capítulo X: Impulsos

Stone, 2 pm.

Luca suda bajo su pesada armadura, calcinado por los implacables rayos del sol que cuelga en el medio del límpido cielo. El pedido de ayuda se reitera insistentemente, multiplicado por incontables voces.

- Stoneeeee !!!
- Stoneee gente
- vamo loco, huevo...
- HERBRED HELP, MANY ALSIUS !!

Las pesadas botas se hunden el césped, con un sordo rumor. La respiración agitada, retumba dentro del estrecho casco.
- Que calor, la gran puta - piensa Luca. A lo lejos se divisa la torre, las odiadas banderas azules, ondeando como una insoportable provocación.

- Que tomen el fuerte, ponele - se dice Luca. - Se lucha un poco y se recupera.... el tema es el olor... Si uno con este calor ya transpira, imaginate las cabras... la semana pasada tuvimos que limpiar con cloro por que a la torre no se podía ni entrar che... y encima nos mearon la tarima...

Las tropas de Syrtis comienzan a juntarse en la explanada frente al fuerte, en cuya puerta se distinguen las figuras amenazantes de los Alsirios. Luca mira a su alrededor, contando los presentes.
- Acá la comemos - piensa.

Un pequeño grupo se dirije a la pared del fuerte, para ponerse a salvo de los ataques de los arqueros de la tarima. Sin detener su marcha, el bárbaro cambia su rumbo para unirse a ellos. Pega su espalda a los muros, mientras recupera el aire. Gruesas gotas de sudor surcan su cuello, perdiendose dentro de la armadura con incierto destino.

- Casco de mierda - piensa - bueno por lo menos este tiene un poquito más de ventilación - Recuerda con horror el casco de ejecutor, todo cerrado, asfixiante.

Se quita el casco. A su lado un arquero, pt, lo mira sorprendido, y esboza una sonrisa.

- Que te pasa, pelotudo ? - lo increpa.
- Je, nada tío, vale... es solo que...
- Joya, seguí en la tuya.

Luca decide lanzar un grito de guerra nuevo que ha estado preparando. Siempre le parecío que el "Corten sus cabezas" era un poco limitado... que se podía mejorar.

"Córtenselas toda !!!" - ruge...

"Me podría mandar a tirar un gope relámpago" - el pensamiento surge de improviso en su cabeza. Luca se detiene sorprendido. Mira hacia la puerta, calibrando el peligro. Están allí esperando, los más poderosos enemigos del reino de nieve, bufeados al mango, con conjus y a metros de la puerta.

- Ridículo - piensa - no voy a llegar ni ahi... a no ser que coordinemos error con algún brujo... y una intervención divina mínimo.... pa colmo no entrené desquiciamiento. -

"Ma si, yo me mando, pongo embestida, me meto en el medio de todos y tiro golpe relámpago..." . El pensamiento vuelve a su mente. Luca asombrado, empieza a comprender... es la voz de su Ush-Er influyendo en sus actos.

- La puta madre - piensa - Este pt me va a mandar al muere...

- Coordinemos areas gente... !!! - grita, desesperado... - Quien tiene terror... organicemooooossss !!!

Embestida. Luca siente un impulso irresistible, ve impotente como sus piernas comienzan a moverse solas. Dobla la esquina del fuerte y ciegamente atropella hacia la compacta masa de enemigos. Su lanza se eleva en lo alto, rojo arde su pelo en medio del azul de los pelajes de las cabras, y los metálicos brillos de las armaduras de los enanos.

"Ahora tiro el golpe relámpago..." - suena la voz en su mente.

El golpe no sale. Mareo de invocación. Frente a él, un inmenso Utghar sonríe burlonamente. Mientras se desploma bajo los golpes combinados de los que lo rodean, alcanza a escuchar un grito que viene desde sus filas

- Ignis, viene Ignis...!!!

- La puta madre. - piensa, y luego todo se oscurece.

Capítulo XI: Desazón