26 may 2008

Capítulo Aniversario - Parte I - Tiempos Festivos

La primer sensación es el calor, y un sordo resplandor en sus párpados cerrados. Lentamente la conciencia vuelve a la atribulada mente del bárbaro, espesos los recuerdos comienzan a ordenarse, en hipnótica sucesión de brillantes imágenes, con el fondo de las nunca antes percibidas voces del los Ush - Ers. A su memoria vuelve la victoria en Stone, seguido de la frenética carrera hacia el Puente Blanco, el fugaz rejunte en el límite y la entusiasta arremetida hasta Samal. Aquí el hilo de la secuencia se interrumpe. Luca mastica arena en su seca boca. Samal.

Se incorpora de un salto, encandilado por las rojas arenas del desierto, en vano busca a tientas su lanza, bruscamente conciente del peligro. Cuando sus ojos empiezan a acostumbrarse al resplandor, surge frente su mirada, el árido paisaje del fuerte enemigo, y las oscuras figuras de los ignitas. En el frente un letal tirador tensado su arco al máximo, le guiña irónico un ojo.

Luca se materializa en el save.

No siente ya la extraña fatiga, que parece haber desparecido tan misteriosamente como había empezado, pero los extraños sucesos de la noche anterior, giran en extraña danza en la imaginación del bárbaro. Bailan. Como la gente que está bailando alrededor en el save central.

El bárbaro cierra sus ojos, mientras frota su áspera cabellera en círculos.

- No tomo más esa porquería che, estoy limando mal.

Vuelve abrir los ojos. La gente sigue bailando. Un súbito griterío interrumpe la colectiva danza.

- Acá hay uno !!! Acá hay uno

El guerrero desenfunda su hacha en veloz movimiento, lanza una embestida y sale en brusca carrera hacia el grupo de verdes que se ha formado alrededor, seguramente, de algún bravo combatiente de los rivales reinos. No puede distinguirlo entre las veloces siluetas de la rueda que se forma rápidamente, y sorprendido escucha los gritos de los presentes.

- No lo maten, no lo maten
- Un golpe cada uno
- Yo no le pegué, yo no le pegué
- Déjenme algo, déjenme algo
- sin skiiiiilllllsssss

El bárbaro se horroriza ante tal crueldad, de repartir cual botín al enemigo, ultimándolo a pequeños golpes, quien sabe para que sádico fin. Se asoma entre los atacantes, tratando de descubrir la identidad de tan codiciada presa. Cuando vé el Goblin con el bonete verde, no puede sino pensar para sus adentros.

- La puta madre.

La pequeña y horrible criatura se debate inútilmente en medio de la horda de ávidas y acechantes figuras que lo acosan por turno, hasta que finalmente cae vencida sobre la siempre verde hierba que rodea el save. El grupo se dispersa; parten algunos raudos, en urgente búsqueda; otros se agrupan alrededor del blanco pilar y retoman entre risas la alocada danza. El bárbaro los mira sin salir de su asombro, nunca había visto antes esta nueva manera de moverse. No era el tradicional baile practicado desde hace años, moviendose hacia adelante y hacia atras al mismo tiempo, sino una increible sucesion de contorsiones, volteretas y estremecimientos, que se sucedian en continuas variaciones. A su lado siente una voz

- Lucaaaaa !!!! Bailá boludo... que bueno !!! - Albus Camus, un arquero Centinela ondula y se retuerce frente al pelirrojo.
- ¿Pero como? - el guerrero contempla con recelo sus musculosos pero poco flexibles miembros, dudando seriamente de que puedan llevar a cabo tales acrobacias.
- Bailaaaaaaá - Lady Pipi, sabia conjuradora del clan, alienta al bárbaro a intentar la danza.

Luca respira profundamente, tratando de tranquilizarse. Demasiados sucesos nuevos sobrecargan la limitada capacidad intelectual del valeroso aventurero, incólume ante los desafios del clima o el terreno, impasible ante la amenaza de las feroces bestias del reino, imprudente frente al peligro de las hordas enemigas; pero poco avezado en las sutiles destrezas de la danza.

Para la mayor de sus sorpresas, el bárbaro ve como sus manos se alzan, en zigzagueante trayectoria, mientras las pesadas botas comienzan a moverse al compás. Luca sonríe, echa su roja cabeza hacía atrás, y lanza al límpido bóveda celeste su grito de alegría.

- Weeeeeboooo Suurrrrrtuuussss !!!!!

El pueblo del verde reino, por primera vez en la historia conocida, baila en cada rincón, mercaderes, guardias, pregoneros, se suman al colectivo festejo, y detienen por un momento el eterno clamor de las armas, reemplazado por las carcajadas y gritos de alegría. Entonces, alta y dorada, en el medio de la clara tarde, se hizo presente, majestuosa la divina palabra del supremo Nuestro Gran Desarrollador.

- FALTA UNA HORA !!!

El bárbaro contempla atónito las ardientes palabras en el cielo.
- ¿Una hora para qué ?



Capítulo Aniversario Parte II - La gran reunión


Posted by Picasa



Capítulo XIII - Sorpresas

En el sobrecargado cerebro del bárbaro, insólitos pensamientos se retuercen cual atormentadas fieras. La ingesta del poderoso té ha desatado un efecto inesperado en su mente. Percibe, aunque con dificultad, las voces de los Ush-Ers, y puede seguir sus triviales diálogos, que lo hacen dudar profundamente de la capacidad de estos seres de otro plano, para hacerse cargo de los destinos de los valerosos súbditos del verde reino. Pero al menos, parece que intentan coordinar algún tipo de estrategia.

El grupo, ya terminada la ceremonia, sale sigilosamente de la casa junto al mercadito, y emprende veloz carrera hacia la batalla, que sigue su curso en las abiertas praderas de Herberd. Luca, algo mareado todavía, se esfuerza en la retaguardia del grupo. A su lado corre la bien provista bruja Pechugas Larou, balanceando su generosa figura. Sin detener la carrera, la maga se acerca para hablarle. Luca escucha sorprendido en su mente, la masculina y cavernosa voz del Ush-Er, más propia de un orco peón que de una dama, mientras le dice.

- Luquita, tiro terror y se mandan con áreas, eh

- Dale, voy con relámpago – reconoce en la respuesta, la voz del frecuente suicida que rige sus actos.

Tendría que haberme guardado el yelmo con +4 de inteligencia ese – piensa el bárbaro – la verdad, no cazo una…

Más la brusca realidad del combate saca al guerrero de sus cavilaciones, la hueste verde culmina al fin su carrera en las proximidades del perdido fuerte, y se detiene reagrupándose desordenadamente. Arriba de la loma, frente a la puerta, los Alsirios los observan expectantes. Resplandecen en el acero de las armas, las luces de múltiples bufeos y poderes; se percibe vagamente, el agrio hedor de las sudadas cabras. Luca recuerda con repulsión la amarga experiencia de yacer inmovilizado a escasos centímetros de las botas de un grupo de enanos. Esos segundos habían parecido durar horas, y había llegado a pedir mentalmente que lo remataran.

En el camino al Puente Blanco, a una prudente distancia, los Ignitas esperan el momento adecuado para sumarse a la batalla. Una situación bastante frecuente, que acarreaba bastantes problemas a la hora de retomar el fuerte.

- A los tomates primero ¡
- A ignis, a ignis
- A la puerta, a la puerta
- Primero las cabras ¡
- Hoygan, hoygan…
- COMPRO ITEMS CON BONUS TODAS LAS CLASES

Innumerables voces se suman en el confuso griterío, haciendo casi imposible distinguir las palabras, y menos aun coordinar un curso de acción. Luca por las dudas, se tira Cautela.
De pronto, frente a sus ojos, una fantasmal calavera verde fosforescente, abre sus pútridas fauces en amenazadora mueca. Sorprendido trata de retroceder, pero tropieza y cae de espaldas. Desde el suelo, puede ver con el rabillo del ojo una multitud de aliados derribados a su lado.
- La puta madre – piensa – comimos terror de nuevo.
A pesar de tantas batallas, el viejo truco sigue funcionando.
Sabés que es de mentira – se dice el pelirrojo – pero el cagazo te lo pegás igual.

La repentina pestilencia que lo rodea, le indica que los guerreros enemigos ya están allí. Desde el suelo ve las lanzas recortadas contra el cielo, girando en macabros círculos. Antes de perder la conciencia, le parece ver extraños colores en la armadura del Utghar a su lado.
- Toy flasheando – piensa, y todo se oscurece.

Luca se materializa en el save del mercado. Una variada multitud, charla o comercia animadamente, ajenos por completo a la batalla que se desarrolla a corta distancia. Una cazadora de corta estatura y andar nervioso, grita desaforadamente, en medio de la muchedumbre que la ignora.

- ALSIUS AND IGNIS AT HERBRED, COME ON, AMIGOS – sus masculinos movimientos y su agria expresion, provocan una fea impresión en el bárbaro, que se aleja de la arquera, que explota en una catarata de gritos histéricos, que aun sin comprenderlos, se percibe son insultos.
- ALL YOU LOOSERS ¡ I M MOVING TO WOW ¡

Luca duda por un momento, frente al mercadito. La guerra esta a pleno, pero por otra parte, debería ponerse a levear. Hace tiempo ya que est en 48, y no vé la hora de por fin graduarse.

- Bueno, mato un par de leones y vuelvo. – se dice

Lanza su grito de guerra - Weeebooo Surrtuuusss – Y blandiendo su hacha de Lord Guerrero descarga una cruz del sur en un León que se pasea tranquilamente por los alrededores. Un par de golpes bastan para liquidarlo y obtener más de 200 puntos de experiencia. El bárbaro se dirige maquinalmente hacia la siguiente bestia. Más al momento de levantar su arma un extraño cansancio lo invade, y le cuesta horrores dar el golpe.

-Que mierda pasa ahora ¡ - ruge. Sus brazos apenas le responden y cuando finalmente mata al animal, solo le da 120 puntos.
- Es la nueva Aqh – Tuah … - contesta un comerciante del mercadito - no escuchaste nada ? Fatiga, le dicen…

Luca, exhausto, contempla el León a sus pies. El leveador incansable, que recorría por mañanas enteras la playa de Eferías, apenas podía sostener su arma. Su mente otra vez estaba llena de dudas.

Que nuevas sorpresas traerían las injerencias de los Adh – Mins cumpliendo los ignotos designios del todopoderoso Nuestro Gran Desarrollador. Recordó los colores en la armadura pintada del Utghar, y una luz de esperanza comenzó a brillar en el sombrio panorama. Si las armaduras podían pintarse, quizás tambien podría hacer algo con su espeso, horrible e intolerable pelo rojo.

Capítulo Aniversario - Parte I - Tiempos Festivos


Capítulo XI: Desazón

Oscuridad. Luego, la luz comienza a crecer...

Luca se materializa en el save central. Sacude su cabeza con un gesto de desánimo. Ha podido comprobar sin lugar a dudas como su Ush-Er controla, al menos en parte, sus actos y su destino. Más la ardua batalla sigue, y el deber no puede esperar, con un giro de sus talones comienza a correr nuevamente hacia el fuerte.

Cerca del mercadito, ve un grupo de gente, reunidos en círculo, gesticulando airadamente y hablando a grandes voces. Seguramente, piensa, estarán delineando alguna estrategia para recuperar el fuerte en tan aciago momento; coordinando tácticas para expulsar la multitud de enemigos de ambos reinos rivales, arteramente conjugados para atacarnos; organizando tal vez la brava resistencia, mediante la inteligente combinación de las habilidades propias de cada clase. Entusiasmado, se acerca a la multitud vociferante. captando palabras aisladas "caballero, arco, nivel, fuerza..."

Un arquero eleva su voz por encima del resto de los presente.

- COMPRO ITEMS CON BONUS TODAS LAS CLASES !!

Luca se detiene sorpendido, y cae en cuenta de lo que realmente está sucediendo, al poder distinguir lo que dicen el resto de los allí reunidos.

- Algo para brujo nivel 45, con inteligencia !
- Vendo amuleto real 120k !!
- Perneras para tira, velocidad + 8% !!

Luca maldice por lo bajo. El maldito tema de los Drohps, aquellos misteriosos objetos con poderes que comenzaron a aparecer, ha trastornado el desarrollo de las guerras. Cada vez costaba más juntar un grupo digno de combatientes, entre los que estaban en el enloquecido comercio y los que se dedicaban a la caza de los pobres animales, en busca de los preciados artefactos que mejoraban las habilidades de su dueño. Tiene que reconocer que él tambien había encontrado algunas cosas interesantes, matando leopardos cerca del Puente Blanco. Recuerda la sopresa al encontrar una lanza de 3 metros adentro de una pequeña comadreja.

- Pobre bicho - pensó en ese momento - como mierda se le habrá metido esto adentro ???

Pero la guerra no se detiene. Luca trata de incentivar a los congregados con un grito de guerra..

- Corten sus pelotas !!! - aúlla. Más su voz se pierde entre los chillidos de los comerciantes. Toma al arquero de los hombros y lo sacude.

- Stone genteee !!! Ingis y Alsius en Herbred !!! AYUDAAAA !!!
- COMPRO ITEMS CON BONUS TODAS LAS CLASES !! - le responde el tirador, la mirada perdida, los ojos vacios.
- Vamos loco, dejen de joder, hay guerra... !!! weeeebo syrtiissss !!!
- COMPRO ITEMS CON BONUS TODAS LAS CLASES !! - repite, monótono.

El bárbaro se da cuenta de la inutilidad de su tarea. De pronto siente alguien que lo tironea de las hombreras. Un brujo, de aspecto sucio y desaliñado, lo contempla fijamente, colgando un hilo de baba de su entreabierta boca.

- Tu tienes mi amuleto ? eh damelo .. mi amuleto...
- Que decis che ? - Luca intenta quitarselo de encima.
- Mi Amuleto de Clarividencia... era mío... me lo quitaron.. pinches cabrones !!
- Salí man, no tengo nada tuyo...
- Mi amuleto, mi precioso... es mío... lo compré... vendí todo para tenerlo... me lo sacaron.. - el brujo cae de rodillas y rompe en llanto... - me lo quitaron...

Luca se desprende del pobre mago, compadeciéndose de su dolor. Debía ser uno de los afectados por la misteriosa desaparición de objetos mágicos que había sucedido hace algún tiempo. El mismo había perdido un Anillo del Norte, que ayudaba a resistir el frío. - Que cagada che - había pensado en ese momento - venía bien bien para la tardecita, que a veces refresca cerca del río.

Siente que alguien le habla al oído.
- Os puedo ofrecer algo para barbaro, tío ? - Un caballero porta su escudo, no ya como una protección contra los mortales ataques del enemigo, sino que lo lleva horizontal, en forma de bandeja, repleta de armas, túnicas y artefactos mágicos. - Tu eres nivel 45, si ? Mira, tengo este bonito martillo, te lo puedo dejar barato..
- No, gracias loco... ahora la verdad estoy en guerra... bah.. estamos, se supone...
El sujeto mira el pelo de Luca, y esboza una sonrisa. - Oye, no eres tu el chaval que quiere llegar a la isla ?
- Se - dice Luca
- Bien pues, mira... tengo estos guantes para conju, con bonus de velocidad.. quizás podrían servirte... - responde mientras sostiene frente a sus ojos un par de guantes de seda azul.
- mmm para conju ? no me van a andar, me parece...
- pues si, hombre, como no.... mira que bonitos lucen... por que no te los pruebas...
- No che, gracias...
- Bueno, como digas... oye... y ese hacha que tienes, tiene bonus de consitución, si ? cuánto pides por ella ?
- Mi hacha ? pero.. la tengo que usar para pelear ... - Luca comienza a impacientarse.
- COMPRO ITEMS CON BONUS TODAS LAS CLASES !! - el nefasto arquero grita en su oido.
- y que tal este Anillo Maldito ? mira como brilla ... - insiste el mercader.

El bárbaro contempla desolado los habitantes de su otrora valeroso reino, envilecidos por el materialismo del incesante comercio, despreocupados ya del resultado de los combates, absortos en el intecambio de los malditos objetos que habían venido a perturbar el cotidiano trasncurrir de los días, en los verdes campos de Syrtis.

- La puta madre - piensa...


Capítulo XII: La hora del Té



Capítulo XII: La hora del Té

Luca balancea impotente su roja cabeza, abrumado su espíritu por la cruda realidad que se cierne sobre su antaño bravío reino, preso hoy en las crueles garras del vil comercio. De pronto, ve esperanzado pasar a su lado la digna estampa de dos bravos luchadores de su clan, los Centinelas Nocturnos. Acompasando su marcha a la de ellos, los saluda afectuosamente.

- Hola petes. – Mas, por sorpresa, ninguna respuesta obtiene, inmutables continúan su camino

– Ey…che… Ricota, Ling…

Silencio. Luca comienza a impacientarse. Se para enfrente de ambos, y les increpa – Che loco, ¿no me escuchan?

- Ni te gastes – reluciente en su armadura, un robusto caballero se detiene a su lado, con un inocultable gesto de enojo. – A mi ya me rompieron las pelotas con eso. Cuando están así, no te dan ni bola…

Luca observa detenidamente a sus compañeros, notando recién entonces un extraño comportamiento. Los dos permanecen callados, con la mirada perdida, los ojos enrojecidos, dilatadas las pupilas. De tanto en tanto, vuelven simultáneamente la mirada hacia un lado, luego hacia el otro, siempre al mismo tiempo, como escuchando algo en el interior de sus cabezas. Súbitamente, estallan al unísono en una risa, y parten juntos en veloz carrera.

- ¿Y a estos que carajo les pasa? – Luca no sale de su asombro.
- Y si… quedan asi, en otro mundo, no te dan bola… - el caballero mira pensativo a los que se alejan.
- A mi me quisieron hacer tomar también, pero no quise, me fui a la mierda…me fui del clan y todo… -
- ¿Hacer tomar?¿Hacer tomar que? – Luca esfuerza sus 54 de inteligencia tratando de entender de que habla su interlocutor.
- El té.
- ¿Té?¿Que té?
-El té ese que toman… ¿vos no sabías nada?

Luca recuerda entonces algo que le había sucedido hace ya mucho tiempo, en los días de su más tierna petez. Recién llegado de la isla, había recorrido con asombrados ojos, las lujosas calles de la capital del reino, la nunca hollada por pisadas enemigas, la ciudad de Físgael. Comparado con la pequeña aldea, todo era aquí, novedad y maravilla. Aún con la respiración agitada por la carrera desde el teleportador (el rudo bárbaro no puede evitar un sonrisa al recordar el miedo que le dieron esos diminutos golems que lo atacaron), lo habían llevado finalmente sus pasos hasta el imponente palacio.

A ambos lados del ornamentado frente, brillando blancas al sol, las majestuosas escalinatas, se le asemejaban la gloriosa entrada a un mundo nuevo y misterioso. Luca había ascendido emocionado, contemplando atónito el paisaje. Gozaban sus ojos admirando la clara ciudad, la extensa pradera, a lo lejos, recortada contra el límpido cielo, la ominosa silueta del monte Goblin.
De pronto, algo había llamado su atención. Una mancha roja, en medio del verde, detuvo el recorrido de su mirada. A la sombra de un enorme árbol, a la vera misma de la ciudad, un brillante y rojo hongo, se destacaba en el mullido césped. Nunca había visto algo así, y por alguna extraña razón, se sintió atraído. De pronto una carcajada a su espaldas, lo había echo volverse avergonzado. Dos magos de alto level lo contemplaban divertidos.

- Aflojá un poco pibe, que soy muy pete todavía. – le había dicho uno.
- Que barbaridá… cada vez empiezan más chicos con el té ese, che… – había suspirado el otro.

Aún sin entender muy bien de que hablaban, el novato guerrero había escapado a la carrera. Después de ese día, había tratado de evitar ese lugar, y ya no había vuelto a pensar en el extraño acontecimiento.

Luca corre atrás de sus compañeros de clan. Se han sumado al grupo varios centinelas más y todos se dirigen a la casa al lado del mercado. Apoyando su túnica contra la puerta, Richox, el experimentado conjurador, golpea suavemente la puerta. Maravillado, el bárbaro ve por primera vez en toda su estadía en la zona de guerra, abrirse la entrada de esa habitación, siempre bloqueada, y a sus compañeros comenzar a ingresar en un veloz y discreto movimiento.

Embestida. Retorno. Luca corre hacía el grupo, lanzado en ciega carrera y logra alcanzarlos apenas un instante antes de que desaparezcan, entrando justo atrás de Tuor, y escucha inquieto como, con un seco crujido, la añosa puerta se cierra a sus espaldas, dejándolos sumidos en una casi total oscuridad.

Un débil resplandor ilumina la extraña escena. Sentados en círculo, los valerosos combatientes del clan, contemplan en silencio un pequeño fuego en el centro de la habitación, donde un negro caldero hierve llenando el ambiente de extraños vapores. A un lado de la hoguera, unos restos de hongo rojos confirman la sospecha de Luca acerca del contenido de la cocción. Luca se sienta, ocupando un lugar en el círculo. Un pequeño cuenco humeante es pasado de mano en mano, en fraternal ronda, bebiendo cada centinela un pequeño sorbo, y haciéndolo seguir su circular recorrido. El bárbaro, intranquilo, le habla al que está a su lado.

- Ché… decime… ¿De que te pega el té ese?¿Para que sirve?
- ¿Nunca lo tomaste? Uh está bueno… es un flá man…

Desde su otro lado, un arquero, agrega

-Mirá… el té ese que estamos tomando, te hace entrar en un estado místico… es como una apertura, viteh… estás en una forma de inconciencia que permite que tu Ush - Er, se comunique directamente con los otros Ush – Ers, es reloco …
- Aparte podes escuchar a los muertos… - dice alguien…

Alguien toca a Luca en el hombro. Al volver la cabeza, ve frente a sus ojos el cuenco, lleno de un rojo y burbujeante liquido. Lo sostiene con ambas manos y pasea su mirada por el círculo de brillantes y enrojecidos ojos que lo observan a la temblorosa luz de las llamas. De un único y decidido trago, vacía el contenido en su garganta, soportando apenas el amargo calor que se extiende por su interior. Algunos lo miran sonriendo, como animándolo en su primer experiencia con el poderoso té.

De pronto, empieza a escuchar en su cabeza una voz. Reconoce a su Ush – Er, el imprudente lanzador de golpes relámpagos. Pronto comienzan a sumarse otras voces, seguramente de los otros seres que animaban el espíritu de sus compañeros.

¿Qué profundas verdades manejarían estos habitantes del otro plano? ¿Qué misteriosos conocimientos detentaran, qué ignotos temas serán cotidiano material de intercambio entre esas mentes superiores? Luca se esfuerza por entender de qué hablan. Las palabras se ordenan en frases y de a poco comienza a captar el sentido, preparado a absorber la sabiduría desde la fuente misma.

- Hola petes.
- Kacé che
- Banquenmé que voy a mear…
- ptptptptptptp
- No revivas, no revivas
- Que grande boquita eh…

Los vidriosos ojos de Luca se abren inmensos de asombro ante las banalidades que escucha. Un único pensamiento cubre su mente.

- ¡La puta madre!

Capítulo XIII - Sorpresas



Capítulo X: Impulsos

Stone, 2 pm.

Luca suda bajo su pesada armadura, calcinado por los implacables rayos del sol que cuelga en el medio del límpido cielo. El pedido de ayuda se reitera insistentemente, multiplicado por incontables voces.

- Stoneeeee !!!
- Stoneee gente
- vamo loco, huevo...
- HERBRED HELP, MANY ALSIUS !!

Las pesadas botas se hunden el césped, con un sordo rumor. La respiración agitada, retumba dentro del estrecho casco.
- Que calor, la gran puta - piensa Luca. A lo lejos se divisa la torre, las odiadas banderas azules, ondeando como una insoportable provocación.

- Que tomen el fuerte, ponele - se dice Luca. - Se lucha un poco y se recupera.... el tema es el olor... Si uno con este calor ya transpira, imaginate las cabras... la semana pasada tuvimos que limpiar con cloro por que a la torre no se podía ni entrar che... y encima nos mearon la tarima...

Las tropas de Syrtis comienzan a juntarse en la explanada frente al fuerte, en cuya puerta se distinguen las figuras amenazantes de los Alsirios. Luca mira a su alrededor, contando los presentes.
- Acá la comemos - piensa.

Un pequeño grupo se dirije a la pared del fuerte, para ponerse a salvo de los ataques de los arqueros de la tarima. Sin detener su marcha, el bárbaro cambia su rumbo para unirse a ellos. Pega su espalda a los muros, mientras recupera el aire. Gruesas gotas de sudor surcan su cuello, perdiendose dentro de la armadura con incierto destino.

- Casco de mierda - piensa - bueno por lo menos este tiene un poquito más de ventilación - Recuerda con horror el casco de ejecutor, todo cerrado, asfixiante.

Se quita el casco. A su lado un arquero, pt, lo mira sorprendido, y esboza una sonrisa.

- Que te pasa, pelotudo ? - lo increpa.
- Je, nada tío, vale... es solo que...
- Joya, seguí en la tuya.

Luca decide lanzar un grito de guerra nuevo que ha estado preparando. Siempre le parecío que el "Corten sus cabezas" era un poco limitado... que se podía mejorar.

"Córtenselas toda !!!" - ruge...

"Me podría mandar a tirar un gope relámpago" - el pensamiento surge de improviso en su cabeza. Luca se detiene sorprendido. Mira hacia la puerta, calibrando el peligro. Están allí esperando, los más poderosos enemigos del reino de nieve, bufeados al mango, con conjus y a metros de la puerta.

- Ridículo - piensa - no voy a llegar ni ahi... a no ser que coordinemos error con algún brujo... y una intervención divina mínimo.... pa colmo no entrené desquiciamiento. -

"Ma si, yo me mando, pongo embestida, me meto en el medio de todos y tiro golpe relámpago..." . El pensamiento vuelve a su mente. Luca asombrado, empieza a comprender... es la voz de su Ush-Er influyendo en sus actos.

- La puta madre - piensa - Este pt me va a mandar al muere...

- Coordinemos areas gente... !!! - grita, desesperado... - Quien tiene terror... organicemooooossss !!!

Embestida. Luca siente un impulso irresistible, ve impotente como sus piernas comienzan a moverse solas. Dobla la esquina del fuerte y ciegamente atropella hacia la compacta masa de enemigos. Su lanza se eleva en lo alto, rojo arde su pelo en medio del azul de los pelajes de las cabras, y los metálicos brillos de las armaduras de los enanos.

"Ahora tiro el golpe relámpago..." - suena la voz en su mente.

El golpe no sale. Mareo de invocación. Frente a él, un inmenso Utghar sonríe burlonamente. Mientras se desploma bajo los golpes combinados de los que lo rodean, alcanza a escuchar un grito que viene desde sus filas

- Ignis, viene Ignis...!!!

- La puta madre. - piensa, y luego todo se oscurece.

Capítulo XI: Desazón

Capítulo IX: Intermedio

Oscuridad. Vacío. Silencio.

Una vez más, Luca trata inútilmente, de despertar de este ya demasiado largo y sombrío sueño. Es en vano, solo está el negro alrededor. Un helado miedo corre por su espalda. ¿Será esto quizás, el tan temido destierro... el mítico castigo a la zona oscura... el Banh Eho... Dicen que quien comete actos prohibidos por los Adh Mins, puede ser condenados al exilio, sin poder retornar ya al reino, algunos por un tiempo... otros para siempre... pero no... no puede ser esto, tiene que ser alguna otra cosa. Sacude su roja cabeza y piensa - Que cagada... ¿Qué pasa?

De pronto una idea cruza su mente, y una sonrisa brilla en su rostro. Debe intentar contactarse con su Ush - Er... sólo él puede rescatarlo de tal sórdida tiniebla. Pone todo el empeño de su espíritu en tratar de visualizarlo, llamándolo con su mente y corazón. Sus ásperas manos de bárbaro, talladas en el diario manejo de las armas, se crispan impotentes ante el inusual esfuerzo intelectual. Pero por fin, poco a poco, una imagen comienza a surgir. Una figura humana empieza a vislumbrarse.

Luca da un grito de horror ante lo que ve. Su Ush - Er yace en el suelo, extendidos los brazos y las piernas, vuelta la cara al cielo, inanime sobre el césped. (¿Muerto, quizás? ¿Revivirán los extraños seres también?) Pero no..., se ha movido. Lleva lentamente su mano hasta el rostro, y vuelve a dejarla caer. La imagen se hace borrosa y parece desvanecerse. Tratando de calmarse, Luca respira profundamente, y aumenta su concentración, hasta que la escena se vuelve más nítida, y puede captar más detalles de lo que sucede. Vuelve a verlo.

Hay algo raro en él. Se da cuenta de que, extrañamente, el ser no lleva demasiada ropa, sólo un minúsculo pantalón hasta la mitad de la pierna, desnudo el torso y los miembros. Luca trata de observar los alrededores. Con sorpresa, descubre que no están ya la oscura habitación, ni la mágica caja de luz frente a la cual el ente manipula su pequeño y poderoso báculo, para controlar los actos del bárbaro. Tiene, en cambio el lugar, añosos árboles de fresca sombra, y mullido verde césped. Brilla azul en el centro, una pequeña piscina. En el agua, un niño y una niña de corta edad, juegan alegremente, bajo la dulce mirada de una mujer de largos cabellos. Todos parecen relajados y felices.

Vuelve a mirar a su Ush - Er. Con los ojos cerrados, se calienta al sol, tarareando acaso una cancioncilla. Sostiene en su mano, no ya algún mágico y misterioso objeto, sino un vaso con hielos y un líquido rojo sangre, del cual bebe, de tanto en tanto, pequeños sorbos.

- Miralo, al hijo de puta... - dice Luca…


Capítulo X: Impulsos


Capítulo VIII: ¿Qué me decías?

Luca mira incrédulo al ser supremo, anonadado ante la increíblemente roja cabellera que detenta. Los ojos del Adh-min son dos brasas en la oscura noche.

- ¿ tonces ? - dice el magno, comenzando a impacientarse...

De pronto un peludo Uthgar, comienza a tironear de la armadura de Surakus.

- Sura, sura, hacéme 50, haceme 50 - grita insistentemente - dale hacéme 50, no seas botón... - Un silencio mortal cae sobre la multitud. Decenas de ojos contemplan atónitos la escena. El ser superior se vuelve lentamente. Un sombra de cólera cubre su mirada.

- ¿Que dije recién ? eh ? que dije ? - El cabra suelta la armadura, y retrocede atemorizado. Una oscura nube comienza a formarse sobre la cabeza del Adh-Min.

- !! Que no rompan las pelotas !!!
- perdoná Sura... es que recién llego y vi que...
- ! Nada ! - ruge el magno. Una súbita luz estremece la escena. Se escucha un grito... extrañamente agudo...

El Uthgar ha sido transformado en una rubia arquera elfa de breve falda... Las carcajadas sacuden la masa de guerreros, mientras la niña huye avergonzada.

El Adh-Min, se vuelve una vez más hacia Luca y pregunta - bue, que me decías ?

Luca piensa a toda velocidad. ¿Cómo decirle a un colorado que odia ese color de pelo ? Más aún, a este ser, que acaba de mostrar su rápida cólera e inconmensurable poder... Tiene que inventar algo. A su memoria viene algo que escuchó en una taberna de Raearia.

- Es verdad ... - titubea -... lo que escuché... que si un reino tomara al mismo tiempo, todos los fuertes y castillos, y pudiera mantenerlos conquistados por una hora... se abrirían las puertas de la muralla y se podría al fin invadir el territorio enemigo ?

Un murmullo recorre las filas. El mito ronda hace años, pero nunca ha podido ser comprobado, ya que el balance de las fuerzas de los reinos se mantiene estable en la eterna batalla.

- Ja - dice el Adh-min. Una leve sonrisa cruza su rostro. Luca respira de nuevo. - invasión... mmm... podría ser...

Luca siente de pronto una voz en su cabeza ( la de su Ush-er ? quizás ? ) que repite... Ra... Ra... Ra...

Todo se vuelve negro una vez más... Luca se siente caer en un oscuro pozo... y despierta nuevamente en su cama en Fisgael.

Aún estremecido por las increíbles experiencias vividas, en la mente de Luca comienza a forjarse un plan. No puede pedirle a Surak nada acerca de su horrible pelo, sin arriesgarse a una terrible represalia. Debe contactar a algún otro Adh-Min. ¿Pero... como llegar a la isla ? Correr bajo el agua sólo da un pequeño margen de tiempo, aún estando bajo la influencia de una embestida y un retorno... quizás si un conju lo fuera curando... o lo reviviera en la mitad del camino...

Luca decide entonces, pedir la ayuda de su clan, los Centinelas Nocturnos...


Capítulo IX: Intermedio

Capítulo VI: El día mas extraño

Esa noche el sueño volvió. El extraño ser estaba aún frente a la caja, su rostro iluminado por la trémula luz. Sus dedos se movían sobre la tabla con runas y la otra mano reposaba sobre el objeto mágico ( quizás un báculo ), que por momentos emitía un misterioso resplandor rojo.
Luca trató de ver la ventana en la caja, suponiendo que iba a verse nuevamente ahi, cumpliendo los designios de su Ush-Er. Sorprendido vió un conju en la playa cercana a Korsum. El conju señalaba algo bajo el agua. Era un aquantis adulto ahogándose. De pronto, una extrañá inscripción aparecio en el centro de la ventana, y la imagen se desvaneció. La caja estaba ahora oscura. El Ush-er movió sus dedos sobre las runas, en alguna mágica secuencia. Algo malo pasaba. La ventana seguía totalmente negra, con un pequeño mensaje en su centro, la magia no estaba funcionando.

El Ush-er, visiblemente furioso, entonaba un mantra:

- Lah-Pooh, lah repooh, lah cohn, lah recohn

De pronto, su rostro se iluminó y murmuró una palabra extraña : "Amun". La ventana se iluminó, y Luca se vió a si mismo parado allí. Sintíó que algo lo arrastraba, hacía arriba, hacia una luz que se acercaba...



Apenas despertó, se dió cuenta que algo andaba mal. Se sentía extraño. Afuera la mañana estaba nublada, y se escuchaba un gran alboroto, gritos y corridas. Se levantó y buscó en vano su lanza de pico de Grifonita. No estaba por ningún lado.

- Que raro... - pensó. Ramsés Emperor se la había regalado la semana pasada, y estaba seguro de haberla dejado junto a la cama. - Y bueno, dijo, agarro la pico de dragón- . Sorpendido se dió cuenta que no podía levantarla. Corrió al espejo y se miró. Esa armadura, esas armas... Quizo tirar embestida para salir corriendo y se dió cuenta que no la tenía entrenada...

- Que mierda está pasando gritó... no puede ser... soy nivel 35 de nuevo... !!! me bajaron un nivel !!!

Salió a la calle. La gente hablaba en grupos a los gritos. Alguién pasó corriendo y dando saltos.

- Soy 50, soy 50 !!! no lo puedo creer !!

Luca se encaminó hacia la zona de guerra. En el camino, un fantasma asesino lo atacó. Maquinalmente lo mató a lanzazos. Y de nuevo la sorpresa...

- 1000 puntos de experiencia !!! Por un fantasmita !!! QUe está pasando ??

Pasó de largo del save y llegó a stone. De pronto, su pelo se erizó, se puso en guardia. Una cabra estaba parada junto a un brujo de Syrtis. Por alguna razón no se estaban peleando. Le entró con sed de sangre desde atrás

- Paraaaa paraaaa - dijo el brujo. Tarde. La cabra era muy pt y ya estaba en el piso. ¿que hacía con tan bajo nivel en zg ?

- Para, que estaba conociendo nomás.. no escuchaste?

En ese momento Luca miró alrededor y vio una escena de lo más extraña. En la pradera frente a Stone, en pequeños grupos, cabras, enanos, elfos oscuros... todos charlando amistosamente en grupos...

- Pero... como ? ¿Cómo pueden hablar...? Si nunca pudimos comprender su idioma... ?

Los enemigos de toda la vida, habían detenido por un momento la eterna batalla. Sólo de a parejas entablaban pequeños combates individuales, con algún conju cerca para levantar a los caidos.

Entonces Luca escuchó algo que cambiaría su vida para siempre.

- Llevame a la isla Sura, dale por favor, quiero ir a la isla...

Un enano clamaba al cielo una y otra vez.
- Quiero ir a la isla, dale, llevenmé...
- A la isla ? - dijo Luca, sintiendo un extraño presagio... - que isla ?

- ¿¿¿¿¿Se puede ir a la isla ????


Capítulo VII: Cabalgata Nocturna


Capítulo VII: Cabalgata Nocturna

El enano cayó de rodillas. Entonaba un extraño rezo.
- Haceme 50 Sura, dale, por favor haceme 50

Luca lo contemplaba asombrado. El pequeño pero fiero personaje, temblaba de emoción, hundiendo la barba en el pecho. De pronto una luz lo cubrio, y el enano se alzó, con el poder y la majestuosidad de los graduados.

- Seeeeeeeee... . !!! - saltó de alegría. Lo miró a los ojos sonriente, brillantes los ojos tras las espesas cejas. - Seeeeeeee !!!!!

Luca se hincó también. Trató de recordar la plegaria del enano.

- Haceme 50 Sura - rezó - dale, por favor - imploró - haceme 50

De pronto, sintió algo extraño. Se parecía al momento de satisfacción que se siente al subir de nivel... pero crecía rápidamente... una luz lo cegó y un envolvente rugido lo cubrió todo.

Abrió los ojos. Tenía level 50. Contempló sus brazos poderosos, su extendido pecho. La armadura había perdido su peso y la Estrella del Alba parecía un juguete en su robusta mano. Una sonrisa cruzó su rostro y estalló en barbaro alarido de alegría.

- Seeeeeeeeeeeeeeeeee - gritó triunfante. Miró a su alrededor, y vió a varios legendarios guerreros, antes imposibles para el, de un tentador celeste normal... De pronto, el enano a su lado se desvaneció en el aire. Cabras y tomates desaparecian a su alrededor.

- Que mierda pasaaaa..... - Oscuridad.

Azul. Frío. Luca abre sus ojos. Está en el castillo de Alsius. A su alrededor, amigos y enemigos se recuperan del mágico viaje. El poder de los Adh-Mins es inconmensurable. Luca comtempla el castillo, al que nunca había podido llegar antes. - Mirá vos, che - dice.

La multitud comienza a moverse hacia la puerta. Algo pasa afuera. Luca se abre paso entre las filas de magos, guerreros y arqueros, que rápidamente han formado un círculo alrededor del un personaje. Al fin llega adelante de todo y sus ojos contemplan, por vez primera, la luminosa silueta. En el centro del silencioso anillo de poderosas figuras, montando un blanquísimo caballo, se yergue la temible encarnación de los dioses en ese mundo. Un Adh-Min, en persona. A un gesto suyo la muchedumbre calla.

- Sigan al caballo blanco ! - ruge

Las filas contestan con un unísono grito. Luca, gira la cabeza y le pregunta a una cabra a su lado
- pero.. que, che... a gamba ?
- No - dice la cabra - Mirá. Caballos. Caballos para todos.

Un tropilla de caballos. Nunca había visto tantos juntos. En estos tiempos, los caballos eran un lujo, que muy pocos se permitían, asi que era bastante raro ver más de uno junto. Pero esto... veinte, treinta, cuarenta... más caballos aparecían, bajo el gesto del Adh-Min. Luca saltó al lomo de uno. El animal parecía contento, y con ganas de correr. La noche estaba estrellada y la luna brillaba en el horizonte. Esto se va a poner bueno - pensó Luca.

El caballo blanco, con un relincho, emprendió veloz carrera. Como un enorme ser, la masa de montados héroes comenzó a seguirlo. Luca, espoleó el suyo, y sonrió.

- Esto, se va poner bueno. - dijo - muy bueno...

La tropa avanza veloz bajo las estrellas, en medio de gritos y cantos de alegría. Cruzando los bosques nevados, la montura del Adh-Min, brilla como plata. Los caballos marrones son sombras, sobre el camino. El viento frió en los ojos, es un caricia de la noche. Los cascos retumban entre las frondas. De pronto, llegan a un puente, la nieve queda atrás y es reemplazada por el calido y rojo desierto. El tiempo parece volar, sobre la montura. Llegan a Samal.

Una horda de gigantescos Yetis Legendarios asola el castillo. Todos bajan de sus caballos y entran alegres en la batalla, algunos pocos rodean respuetuosos al Adh-Min

Luca se acerca, al fin tendrá su chance, de pedirle al ser superior lo libre de su castigo, de su odiada cabellera. Piensa en como solicitarlo... como implorarle...

- Surakus - dice tímidamente. - Sura... - se anima un poco más-

El ser se vuelve, al tiempo que se despoja de imponente casco. Mira a Luca directamente a los ojos y le pregunta con grave voz.

- Si, decime...

Luca queda helado. Su voz, se traba en su garganta, incapaz de pronunciar palabra... al ver, destellando contra el cielo, los rojos cabellos de Surakor, el Adh-min...


- la puta madre - piensa.


Capítulo VIII: ¿Qué me decías?

Capítulo V: La peste de los Aquantis

- Pero eso no es lo peor - dijo la vieja. - acá están pasando cosas raras... Ayer mismo, pasó por acá este muchacho conju, que se llama igual que vos...

- ¿Un conju que se llama Luca ? - preguntó asombrado Luca
- si, si ... pero él se llama L U C A , un semielfo, rubiecito... pt todavía...
- Que raro... nunca me lo crucé, aunque ahora que me lo dice, creo que ya alguien me había comentado algo... pero siempre aparece cuando yo no estoy...

La vieja lo miró con una extraña sonrisa.
- Bueno, no importa. Me decía este muchacho ayer, que había notado algo de lo más extraño. Una especie de peste entre los Aquantis...
- ¿Como es eso ?
- Dice que estuvo en la playa el otro día, cazando Aquantis Adultos, un trabajito que le encargaron en Korsum, vio... y resulta que ahora los Aquantis... no pueden respirar abajo del agua !
- Naaa... si son bichos marinos !
- Justamente ! Dice que estaba en la playa, y los veia como aparecían abajo del agua, daban un par de gritos, y morían ahogados...
- Increíble ! pero como puede ser... si toda la vida anduvieron abajo del agua...
- Vio, joven... acá pasan cosas raras...y hay quien dice... - la vieja miró alrededor, y bajando la voz se acercó aún más... - que estas cosas raras son causas de las Aqh-Tuah
- ¿Y eso ???
- Hay quien cree que Nuestro Gran Desarrollador todavía sigue presente en el mundo, y cada tanto crea cosas nuevas... como por ejemplo los guantes para los brujos.... ¿de donde salieron ? Si nunca había... pero mire, mijo, peguese una vueltita por la playa y fijese... lo que le digo de los Aquantis... yo estoy vieja para estos trotes...
- Bueno, gracias abuela... déjele saludos a mi tocayo., ya algún día lo cruzaré... - Luca se quedó pensando - ¿Que raro que nunca lo haya visto, no? ...por que no es tan grande el reino...
- Jeje, no creo que lo cruces... pero igual le digo...
- ¿Y por que no lo voy a cruzar ?
- Otro día te cuento - dijo la vieja, y se río por lo bajo.

Luca, emprendió la marcha, rumbo a la playa Noroeste, cerca de Korsum. Nuca le habían gustado demasiado los aquantis, quzás por el olor a pescado que largaban, pero esto de que se ahogaran... era muy raro. Tenía recuerdos de haberlos visto bajo el agua sin problemas. Sintio algo que lo pinchaba de atrás. Un Goblin.

- Bicho hinchapelotas, dijo - y le ensartó con la lanza de pico de grifonita que le había regalado Ramsés.

Llegó a la playa, estaba vacía. Del mar llegaba una fresca brisa. Varios Aquantis pululaban sin mayor propósito cerca del agua. Se arrimo al borde, con cuidado de no mojarse las botas ( si no después me queda el depto hecho un asco, pensó ) y trató de ver que pasaba bajo el agua. A pocos metros suyos apareció un aquantis adulto. Después de unos segundos, dio un grito sordo y se desplomó muerto bajo el agua.

- ¡La puta madre ! - gritó Luca. Era cierto lo que había dicho el conju.. los Aquantis se ahogaban..

- Pero entonces... ¿Será verdad los de las Aqh-Tuah ?
¿Sería que estas intervenciones divinas podían tener efectos no deseados en el mundo...?


Un panorama sombrío se desplegaba ante sus ojos, y a la vez una luz de esperanza comenzaba a brillar. Quizás en una de estos cambios al mundo pudiera de una vez por todas, NGD mediante, librarse de su insoportable, irritante, espeso y horrible pelo rojo...

Capítulo VI: El día mas extraño

Capitulo IV: La Maldición de Lagh

Mil ideas distintas bullían bajo la áspera y punzó cabellera de Luca. Afortunadamente, el efecto de la poción había desparecido con los días, y ya lucía nuevamente su acostumbrado y odioso aspecto. La conversación con el Alquimista lo había dejado sorprendido, y rondaban su mente extrañas visiones, de los Ush-Ers, aquellos seres que controlaban las existencias de los habitantes del Reino, y de los Adh-Mins, los poderosos entes que podían llegar a resolver su dilema.

Entonces de pronto, todo se detuvo.

Sintio una extraña pesadez en todos sus miembros, y descubrío que no podía moverse. El mundo entero se había paralizado. Inclusive el zumbido de las insectos se había interrumpido. Una angustia indescriptible tomó cuerpo en el corazón del intrépido bárbaro, quien nunca se amedrentara ante batalla ni alimaña alguna.

- ¡La puta madre! - pensó, ya que ni sus labios respondían - ¿ Qué mierda pasa ?

De pronto el tiempo, comenzó a fluir nuevamente, pero a los saltos. Por el rabillo del ojo, podía ver un novato cazador con el rostro desencajado, trotando en su lugar, tratando inútilmente de escapar del ataque de una avispa.

Volvió la vista hacia adelante y vio que su rumbo lo llevaba directamente hacía un enorme y añoso árbol. En vano trató de corregir la dirección de su marcha, sus piernas no le respondían, y a cada parpadeo, el tronco crecía vertiginosamente...

- ssssssssaaaadddd - gimió...

Su rostro dió de lleno contra la rugosa corteza. Sus piernas, continuaban corriendo estúpidamente, aplastando su cara contra el árbol, a pesar de sus esfuerzos de voluntad para detenerse. Se escuchaban de todas partes, frondosos insultos y lamentos. De prontó, lo que fuera que estaba pasando, terminó tan súbitamente como había comenzado.

A pocos metros el arquero yacía muerto sobre el césped, ultimado por una avispa diminuta.

- Pobre tipo - pensó Luca - mirá lo que lo vino a matar... - De un certero mazazo aniquiló al molesto bicho.

- Mierda, si me llega a pasar esto en la guerra, muero como el peor de los pts ... que carajo está pasando... -

A sus espaldas escuchó una voz vacilante que decía... - Esto... es la maldición de Lagh.

Se dió vuelta, y vió a un anciano con unas chucherías en venta. Todas cosas para petes, yelmos de piel de oso, armaduras acolchadas, arcos de iniciación. Junto a él se encorvaba una viejita, toda arrugada.

- Callate viejo, no empecés de nuevo con eso...
- Callate vos, vieja chota, si sabés que es como yo lo digo... esto es obra del puto brujo ese...
- Disculpe, abuelo... ¿No me explica que pasa ?
- Mira pibe, vos no te acordás, por que eras muy pt todavía... si... yo me acuerdo de vos, matando lobos cachorros allá en la isla... Todo esto viene de muy antes... antes del desastre, antes del Res- Eth.

- ¿El Res-Eth ? - Preguntó Luca. Ya alguna vez había escuchado rumores acerca de aquel tremendo cataclismo que había sacudido el mundo, pero del que nadie quería hablar.
- Cortala viejo, no te hagas malasangre, ya sabés lo que te dijo el Conju...
- Hace mucho tiempo... las cosas era distintas... yo... yo era un Caballero Level 50 ...

Luca abrío los ojos asombrado, tratando de contener la sonrisa que se le venía. - No diga... - dijo.
- Y esta vieja chota que ves acá, era la cazadora más grosa de Syrtis ... como me gustaban esas polleritas, te acordas vieja...
- Si, si viejo, seguro... pero ya basta... no le hagas la cabeza al muchacho...

Luca no salía de su asombro. - ¿Usted era level 50, en serio ? ... pero...¿ Qué le pasó...?
La cara del viejo se ensombreció, y unas brillantes lágrimas asomaron a sus ojos

- Lo perdimos todo...¡Todo! ... Hijos de puta... el level, las armas, el oro... nos sacaron todo... - el anciano bajó la vista, mascullando por lo bajo.
- No digas asi viejo.. - dijo la señora, mirando asustada a los costados, y agregó en voz muy baja - que nunca se sabe si puede haber alguno escuchando. Tomó a Luca de un brazo y lo alejó del viejo, que lloraba mientras simulaba dar golpes de espada al aire.

- Venga muchacho, déjelo que le hace mal acordarse. Eran otros tiempo vió. Syrtis era un gran reino entonces, no nos paraban con nada... Yo era level 48, así como me ve... La cantidad de RP que tenía... pero bueno, todo eso se perdío. Hubo gente que arrancó de nuevo, y tienen de vuelta su level, pero nosotros, ya estábamos viejos para volver a subir todo de nuevo... así que con los ximerin de la indemnización, compramos algo de mercadería para ir tirando, vió... pero el viejo quedó muy enojado con los Adh-Mins, nunca se pudeo recuperar.

- Y que es lo de la maldición que hablaba ?
- Ah,si, claro... bueno, resulta que había un brujo, muy, muy poderoso... llamado Lagh, que se resistía al Res-Eth que en su infinita sabíduría había decretado Nuestro Gran Desarrollador. Juró entonces, convertirse en una fuerza maligna y volver a asolar el mundo, trayendo confusión y angustia para todos. El viejo dice que esta epidemia que hay ahora, es por su culpa. Pero eso no es lo peor...

Capítulo V: La peste de los Aquantis

Capítulo III: Los Adh-Mins

Esa noche, el sueño volvió. El extraño ser, seguía sentado frente a la mesa, contemplando la caja, iluminada desde adentro. En la ventana de la caja, pequeñas figuras se esforzaban en una sangrienta batalla. Luca podía verse a si mismo luchando frente a las puertas de Stone. Quiso entonces contemplar la cara del ser, y con asombro descubríó que era la suya propia. Pero, se veía cansado, ojeroso. En su mano sostenía algún tipo de artefacto mágico, y con los dedos realizaba rápidos momivientos, seguramente algún tipo de conjuro, sobre una extraña superficie cubierta de ignotas runas...

Luca despertó sobresaltado, sintiendo algo húmedo sobre su rostro. Un lobo adulto le lamía la cara.

- Juira bicho e'mierda! Rajá de acá! - El lobo lo miró un momento moviendo la cola, y se escabulló por una ventana.

En su mente se cruzaban las imágenes del sueño con el relato del alquimista. Los fragmentos comenzaban a tomar su lugar en el complejo rompecabezas.

"- En el principio, Nuestro Gran Desarrollador, estaba solo, y se aburría. Decidió entonces crear el mundo. Convocó entonces a otros espíritus y dividió las tareas. Algunos se encargarían de crear las montañas y los mares, otros los árboles y rocas, otros los animales y seres arcanos.
Pero la tierra seguía vacía, y decidió crear a las razas que hoy pueblan los tres reinos. Más los humanos, cabras, enanos y elfos, no tenían voluntad propia, y permanecián estáticos sin hacer nada.Decidio entonces  convocar a unos espíritus de otro plano, para que les insuflaran vida, los llamados Ush- Ers.
Estos espíritus, controlan los actos de todos los habitantes del mundo. Quizás te ha pasado alguna vez, sentir un impulso en plena batalla, aunque va en contra de toda lógica...

- Es cierto, a veces, aunque todos gritan "No se manden, no se manden", no puedo evitar salir corriendo rumbo a una muerte segura...

- Exacto. Es el Ush-Er que está guiando tus actos.

- ¿Pero entonces, somos simples marionetas acaso ? - preuntó Luca

- No es tan sencillo. El camino es de dos vías. Aunque en un principio, el Ush-Er simplemente controla tu voluntad, poco a poco se va generando un vínculo que le genera dependencia, y asi como el guía tus actos, empieza a sentir tu influencia en su mente. Comienza poco a poco, a obsesionarse, a soñar incluso, a estar cada vez más pendiente de lo que pasa en estas tierras, olvidando a veces su propio plano de existencia.

- ¿Y que hay de los Adh-Mins ?

- Esos son espíritus ayudantes del gran NGD, que permanecen en la tierra para mantener el orden, a veces  disimulados como seres normales... nunca reconocerían ser uno de ellos...

- Pero entonces... volviendo al tema... que hago con esto... - dijo Luca, arqueando las cejas hacia arriba, señalando su salvaje y extraño peinado, producto de la poción.

- Debes intentar contactar uno de estos seres superiores. Un Adh-Min....




De regnum

Capítulo II: Serpientes en la cabeza

Fisgael duerme. La luna está baja en el horizonte, en una noche sin estrellas. En su lecho, Luca se revuelve, perdido en sus sueños, murmurando cosas incomprensibles. En su mente, extrañas imágenes se suceden. Ve una mesa, con una extraña caja arriba. La caja tiene, (algo absurdo, pero asi son los sueños ) una ventana. Y en esa ventana se ve a él mismo, corriendo por una verde pradera; y sentado frente a la caja está ...

Luca despierta sobresaltado. Un sudor frío le corre por la frente. Al querer secárselo, toca algo que cuelga de su cabeza. Lo mirá en la semipenumbra de su cuarto y pega un alarido...

¡Una serpiente, otra, decenas de serpientes surgen de su cuero cabelludo! Corre al espejo y contempla asombrado el resultado de la poción. No son serpientes, pero lo parecen, oscuros y retorcidos mechones de pelo que caen desordenados sobre sus hombros.

- Estoy al horno - piensa. Busca algo para ocultarlo, pero ningún casco le entra con la extraña mata que corona su cabeza. Al final, toma una bolsa de tela colorida, y tapa como puede su insólito peinado. Sale a la calle, y sigilosamente se dirige a la casa del alquimista. Cuando está casi llegando, siente una voz grave, que lo llama, desde atrás...

- Cuida tus actos, o serás castigado con todo el peso de la ley... - El guardia lo mira seriamente..
- Buenas noche, jefe... como va todo... ?
- Cuida tus actos, o serás castigado con todo el peso de la ley... - le repite.
- Si, si , descuide don, ya me estoy yendo a dormir.
- Cuida tus actos, o serás castigado con todo el peso de la ley... - insiste...

Luca sigue su camino. Me parece que los guardias estos tan todos limados che, te hablan siempre de lo mismo, piensa. Al fin arriba a su destino, y suavemente golpea la puerta. Nada. Golpea de nuevo, y escucha, al cabo de un momento, desde adentro la casacada voz del viejo que le contesta.

- Son las tres de la mañana, carajo, quien es ?
- Soy yo maestro, Luca, abrame que estoy con un problemita.

Sentados a la mesa, el Alquimista lo mira con una sonrisita.
- Por lo menos se te fue el colorado - le dice
- Se, claro... Y ahora que hacemos ?
- Bueno, pibe, mirá te voy a contar algo, pero tenés que guardar el secreto. Tiene que ver con la creación del mundo, y los poderes que en el operan... es una antigua leyenda que habla de Nuestro Gran Desarrollador ... el ser supremo que diseñó este mundo y todo lo que en él hay, y sus enviados en la tierra, los Ahd-Mins

( El viejo está en pedo, piensa Luca)
- Lo escucho maestro, cuente, cuente...

- En el principio, Nuestro Gran Desarrollador, estaba solo, y se aburría. Decidió entonces crear el mundo...


De regnum

25 may 2008

 
Posted by Picasa

Capitulo I: La Poción Mágica

Luca abríó lentamente los ojos. Afuera se escuchó el aullido de un lobo adulto, amanecía.
- Como joden esos bichos - pensó.
Se levantó, y puso la pava para el mate. Había llovido toda la noche, y la mañana estaba nublada.

- Puta madre che, El camino a Korsum debe estar echo un asco - se dijo.
- Encima estoy a gamba.- Ya era fin de mes, y no había Ximerines ni para un mísero caballo.

- Para colmo este Irehok, que me tiene de boludo... que traeme esto, que traeme lo otro. Y el loco todo el día ahi parado, hablando al pedo con el que se cruce. ¿No tiene patitas para ir él a buscarse sus cosas?

Pero lo que le preocupaba hoy era otra cosa. Mecánicamente, dio vuelta la cara al pasar frente al espejo. Pero después se volvió y dijo:

- No, tengo que verlo una vez más, tengo que estar seguro.- Se puso de frente y levanto la vista.

Ahi estaba. Como siempre. Imposible no notarlo, imposible no verlo...

- No lo puedo creer - pensó una vez más.

El rojo rabioso de su cabellera brillaba con el sol de la mañana, erizado como algo salvaje, vivo por su cuenta.

- La puta madre, como voy a tener este pelo...

La pava burbujeaba con el agua que se había hervido - ya fue -  dijo. Se calzó el primer casco que tuvo a mano y salío a la calle. Fisgael recíen empezaba a despertarse, tan solo un par de petes corrían torpemente alrededor de la pérgola.

- Uy... la espalda - pensó. La noche anterior en Zona de Guerra había cobrado de lo lindo.- Esa bárbara del orto, me tiene de hijo. Encima con el lag que tenía, no pude meter un mazazo,... tendría que ponerme a levear un poco...
- El lunes empiezo - dijo, como siempre.

Revisó en la bolsita del inventario, y ahi estaba el paquetito de hierbas que le había dado la anciana del bosque de Arvanna.

- Ojo, que no te lo vean lo guardias- le había dicho- a ver si me metés en un quilombo.
- No se preocupe abuela, va de callado la cosa.

Trotó hasta la casa del Alquimista, que ya lo tenía hablado hace un tiempito.
- Vos traeme las cosas y yo te lo preparo, viste, pero te va a salir unos manguitos...- le había dicho.

Andaba medio seco, todavía estaba pagando las cuotas de la pechera. Encima por la pieles de Aquantis están pagando dos monedas, y ni hablar del olor a pescado que dejan. - Me tendría que meter a guardia, que por lo menos tienen obra social...

Saludó al viejo. - Buenas don, le traigo lo que hablamos el otro día.
- Joya, pibe, pegate una vuelta a la tardecita.

Decí que acá el tiempo pasa más rapido, pensó. Y se fue a dar una vueltita al centro. Ya hacía calorcito, y se empezaba a levantar la humedad del piso. Mientras se hacía el que miraba unas flechas, marqueteaba una caza con una minifaldita que la partía.

- Pero nos sos bárbaro vos, que andas mirando flechas... ?
- No, no, son para un amigo, vió...

Se pegó la vuelta y pasó por lo del alquimista.
- Listo pibe, lo único te digo... yo la verdad, nunca lo había hecho... en teoría tendría que funcionar, pero que se yo, solo NGD sabe... haceme caso, ¿ porque no hablas con un Adh - Min ?
- Vamos, don, no me diga que usted también cree en esas cosas... Digame, alguna vez vió uno ?
- Yo no, pero dicen que los hay...
- Sebe que pasa, estoy jugado maestro, asi ya no puedo vivir más. Mire lo que es esto... - y se sacó el casco.

El alquimista hacía visibles esfuerzos para no cagarse de risa. Le empezaron a lagrimear los ojos.
- No es para tanto pibe... es un poquito... colorado.. .juajuaja..

Las carcajadas se escuchaban todavía desde la calle. Hijo de puta, pensó, ya vas a ver. Mientras corría para su pisito, pensaba en los guachitos de los semielfos, tan coquetos con sus peinaditos que se hacían, colitas, de todo, y él con este felpudo en la cabeza.

Ya van a ver, dijo. Cerró la puerta, y abrío el paquete. En una botellita había un liquido espeso y oscuro. Tomó coraje y se lo aplicó por todo el pelo. Anochecía. Se metío en la cama, a dormir mientras la poción hacía su efecto. Mañana veremos.

Afuera empezaron los lobos adultos.

Como joden estos bichos, pensó. Y se durmió...


De regnum

Relato de Luca y su Horrible Pelo Rojo

Hace casi un año, descubrí el juego Regnum On Line, de la empresa NGD Studios, y me sumergí en el maravilloso mundo virtual de este juego masivo de rol. Allí soy un rudo bárbaro de rojos cabellos ( a los cuales odia ).

Leer algunos relatos en el foro de Regnum Zona de Guerra, y sobre todo el fabuloso cómic Regnum CBA del polaco Piz, fueron disparadores de canalizar ciertas ocurrencias que me rondaban, cómicas a mi parecer, sobre el juego, y sobre como explicarían los habitantes del tal mundo, los extraños acontencimientos que sucedían en él.

Asi comencé a escribir esta historia, que empezó como un episodio aislado, pero gracias al apoyo y estímulo de muchos lectores que me instaban a continuarlo, fue siguiendo, los distintos sucesos que atravesaron este mágico universo.

Índice

Me despido con el clásico: Weeeebo Suurtussssss !!!!